Las parejas que compraban bebés robados durante los años 50, 60 y 70, "pagaban entre 150.000 y 200.000 pesetas -al rededor de 1.000 euros al cambio actual- por cada recién nacido", según explica el presidente de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), Antonio Barroso. Una cantidad que en aquella época "suponía toda una fortuna", señala Barroso. Más de un centenar de valencianos sospecha que fueron robados a sus padres biológicos después del parto para ser entregados de manera irregular a familias en adopción que pagaban a cambio de los bebés, según informó ayer Levante-EMV.

Ahora, Anadir recopila casos sospechosos para, después del verano, presentar una demanda colectiva en la Fiscalía General del Estado con el objetivo de que se abra una investigación. Además, para "reforzar" esta denuncia, la asociación recoge firmas. "Vamos a por todas", indicó.

Hasta ahora, el Juzgado número 2 de Zaragoza les archivó una denuncia en 2008, al igual que la Audiencia Provincial en 2009, y el Tribunal Supremo de Madrid en noviembre del año pasado. Por ello, desde Anadir amenazan con "cortar las calles principales de Valencia, Madrid y Barcelona, si esta vez no se abre una investigación".

Falsas partidas de nacimiento

Barroso confesó que él mismo es "un niño robado", y descubrió su caso hace tres años. "Cuando cumplí los 18, fui al juzgado para ver mi partida de nacimiento. Figuraban los nombres de mis padres adoptivos". Sin embargo, supo que su partida "estaba falsificada" porque "me hice una prueba de ADN", señaló. "Entonces, conocí la verdad".

En aquel momento, "sentí que había vivido en una mentira", lamenta el presidente, quien tilda la situación de "vergonzosa". "Es un negocio necio engañar a las mujeres que van a dar a luz", concluye el presidente de Anadir, Antonio Barroso.