La comunidad solicitó acompañamiento internacional en 2005. Especialmente, los extranjeros debían recorrer junto a 20 niños el camino para ir a la escuela de At-Tuwani, desde dos pueblos palestinos próximos ya que frecuentemente los colonos los apedreaban, insultaban y amenazaban de muerte. Al segundo día de estar realizando el acompañamiento, la violencia se desató. Pero en esta ocasión, al resultar heridos no sólo niños palestinos sino también dos estadounidenses, la agresión tuvo repercusión internacional y se ordenó al ejército escoltar a los escolares. Desde entonces los voluntarios de Operazione Colomba -proyecto de la asociación de cristianos de base Comunidad Papa Juan XXIII- monitorean que este acompañamiento se realice de forma efectiva ya que, paradójicamente, los mismos que persiguen a los padres por la noche protegen por la mañana a los hijos.

Los italianos, armados con cámaras, graban todo lo que ocurre y verifican que los militares cumplan las órdenes recibidas -dos soldados a pie y un jeep acompañando todo el recorrido. De este modo, se ha logrado reducir la intensidad de las agresiones -todavía se producen cuando los soldados dejan de acompañarles al final del trayecto-, pero los niños pierden muchas horas de escuela por los continuos retrasos en la llegada de la escolta "y sufren estrés, pesadillas y problemas de agresividad. Están tan atemorizados que a veces basta con que un colono encapuchado se deje ver para que todos salgan corriendo", comenta uno de los voluntarios. La tensión es constante para los padres, "pero estamos comprometidos con la no violencia y nunca daremos excusas para que nos saquen de nuestra tierra", afirma Hafez Hureini. p. simónAt-Tuwani