El diputado socialista responsable de Infraestructuras en las Corts Valencianes, Francesc Signes, propuso ayer al conseller del área, Mario Flores, la aprobación de «un Plan Extraordinario de Infraestructuras en el que se incluirán los proyectos más maduros, necesarios y cuya financiación pueda pactarse con la banca». Signes se pronunció en este términos tras conocer la información adelantada ayer por Levante-EMV en la que desvela el discurso que el conseller Mario Flores lanza a los empresarios de la construcción valencianos: que se fusionen o vayan al extranjero porque las licitaciones de la Conselleria se van a limitar en 2010 y 2011 a las obras del Plan de Confianza.

Según el diputado socialista «ha dejado la época de dejarlo todo para más adelante, de las medias soluciones. Hay que abordar esta situación de frente y sin miedo: hay que reprogramar de forma consensuada los proyectos previstos como está haciendo el Gobierno de España o la Junta de Andalucía» donde han hecho una selección de los proyectos más «necesarios y maduros, han pactado su financiación para que no compute en el déficit público y poder adelantar estas licitaciones de obra pública a 2010, 2011 y 2012». Es un plan que requiere el máximo consenso y colaboración de «la banca, pública y privada, en la negociación en la que deberían dejarse la piel los dos Camps: Francisco y Gerardo».

La caída de las licitaciones en la Conselleria de Infraestructuras, pasada, presente y futura, confirma, a juicio de Signes, «que el Plan de Infraestructuras Estratégico 2010-2020 presentado a principios de mayo «era todo humo». El Consell se comprometía a ejecutar mil millones de euros al año en infraestructuras hasta 2020 (11.345 millones de inversión directa) pero «sólo han tenido que pasar casi dos meses para que se desmorone el mayor plan de infraestructuras de la Generalitat. ¿Cómo van a atraer así la inversión privada prevista de 15.700 millones?