El Colegio de Médicos de Valencia, que se fundó en el año 1898, no se mantiene solo con la cuota de los colegiados, que pagan un promedio de 350 euros al año y que según apunta Vicente Alapont es de una de las cuotas más bajas de España, sino que se alimenta también del alquiler del hotel, de los salones, de lo que paga la entidad bancaria con la que el colegio creó una sociedad limitada para partirse beneficios y de la renta y del 50% de los beneficios que genera la oficina de Halcón Viajes, que es la que más vende con diferencia en Valencia.

Además, al colegio llegan todos los años cien millones de las antiguas pesetas de la Fundación Príncipes de Asturias que se destinan a ayudas para los huérfanos de médicos (se les paga los estudios, matrículas y libros hasta los 26 años) y para pensionistas o licenciados en situaciones de gran penuria económica.

La mayor parte del presupuesto colegial (el 60%) se dedica a pagar el salario de los 27 empleados.

Desde que el pago a los antiguos patronatos (ahora Fundación Príncipes de Asturias) se hizo voluntario, mil facultativos valencianos se han dado de baja de esta cuota al dejar de ser obligatoria.

Este año, el Colegio de Médicos ha remitido la documentación para votar por correo a unas 150 personas, una cifra desdeñable en comparación con los 800 votos que se recogieron un año, cuando las normas eran más flexibles.

Hace dos legislaturas se cambiaron los estatutos para que el voto por correo se tramitara de igual modo que el de los comicios estatales. De este modo, ya no podía ir cualquier persona a la sede a retirar la documentación solo con el DNI del profesional, sino que ahora tiene que ir el propio interesado o dos médicos en los que delegue. El socio debe votar en el sobre antes de remitirlo de nuevo firmado por correo certificado. Este año, se han tramitado 150 solicitudes de voto por correo.