El programa de educación sexual que impartirá la Iglesia en colegios religiosos y parroquias valencianas recogerá los fundamentos más conservadores de la jerarquía católica en materia sexual. La masturbación es un "vicio" o "defecto" que puede trocar en "adicción" y que "hay que evitar". La homosexualidad es una "disfunción". La finalidad del sexo es la "procreación" y "hay que esperar al matrimonio" para practicarlo por primera vez. "Ningún método anticonceptivo evita del todo la posibilidad de embarazo", por lo que hay que rechazarlos. "El celibato o la vocación sexual de permanecer virgen es una opción que permite la felicidad y que puede ser muy enriquecedora". Todas estas frases son de Concepción Medialdea, coordinadora en la elaboración del programa de sexualidad encargado por el Arzobispado de Valencia, y resumen el contenido de los aspectos más polémicos de los materiales.

El programa, cuyo derecho de uso ha comprado el arzobispado y que cederá gratis a los centros escolares que deseen utilizarlo, se llama Saber Amar Básico Escolar (SABE). Consta de 18 sesiones de 90 minutos cada una (mitad prácticas, mitad teóricas) que los alumnos recibirán entre los 5 y los 14 años. El SABE se estructura en seis unidades temáticas que, entre otras cuestiones, abordan la fertilidad humana, el fin procreativo de la sexualidad, los modelos funcionales y disfuncionales de sexualidad, las virtudes y defectos del sexo, los vínculos entre salud y sexualidad, la detección de las supuestas "mentiras" que sobre la sexualidad circulan en los medios de comunicación y la sociedad, y la diferenciación de la naturaleza sexuada constitutiva de identidad.

Según explicó ayer a este diario Concepción Medialdea, presidenta del Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares -entidad privada-, el programa que entraría en marcha en septiembre está concebido "como alternativa al Programa de Intervención en Educación Sexual (PIES)", impulsado en los colegios por las conselleries de Educación y Sanidad. Entre los objetivos de estos talleres públicos se encuentran "favorecer el cambio de concepción de la sexualidad", "reconocer la diversidad de las opciones sexuales como un principio" o "capacitar en el manejo de los métodos anticonceptivos de barrera más eficaces". Es decir: lo contrario a los postulados que defiende el nuevo programa católico.

El conseller respalda a los obispos

Sin embargo, esta contradicción no molesta al Consell. Al contrario, le gusta. El conseller de Educación, Alejando Font de Mora, aseguró ayer que los obispos "están haciendo lo que les corresponde" al plantear un programa integral dirigido a padres, educadores, profesores y catequistas para mostrar a niños y jóvenes la educación de la sexualidad. "Siempre que ese material sea ofertado libremente a los padres y elegido libremente por ellos", al conseller le parece que "entra dentro de los esquemas del sistema educativo" valenciano. "Se debe optar por la mayor pluralidad posible", añadió Font de Mora.

El titular de Educación explicó que, en la actualidad, los alumnos valencianos reciben nociones de sexualidad en la educación Primaria (en las asignaturas de Coneixement del Medi y Educación para la Ciudadanía) y en Secundaria (en Ciencias Naturales y Educación para la Ciudadanía). Aparte está el PIES, programa voluntario para los centros que lo solicitan, y otros talleres preventivos que imparten profesionales sanitarios.

"Darán una visión pervertida del sexo"

Antonio Casabujón, presidente de la Asociación Española de Especialistas en Sexología, lamentó ayer el propósito de la Provincia Eclesiástica Valentina (C. Valenciana y Baleares) de enseñar en colegios religiosos y catequesis de las parroquias "una visión sesgada y pervertida de qué es la sexualidad, condicionada por el enfoque religioso". En declaraciones a este diario, Casabujón puntualizó que "si se va a llevar a cabo esta enseñanza, se supone que los padres de los alumnos sufridores asumen el ideario de los centros. Pero esto no es bueno. Y llega por la dejadez que las administraciones públicas han cometido en materia de educación sexual", añade. A su juicio, "la educación sexual es la asignatura pendiente del sistema educativo y sanitario español". Con una buena formación, asegura, "se reducirían los embarazos no deseados, los contagios de sida, la violencia sexual e, incluso, la violencia doméstica". Casabujón confía en que la iniciativa de la Iglesia valentina desate "una reacción" en contra de las administraciones públicas.