Pere Enguix (Carcaixent, 1948) mantiene su carisma y la misma coherencia ideológica que le llevó hace más de treinta años a fundar una clínica donde las mujeres podían solicitar un aborto y un parto respetuoso. A pesar de haberse dado a conocer por su actividad abortista en la década de los ochenta, Enguix es un impecable defensor de la vida. Ha asistido cuatro mil partos y afirma que la interrupción de un embarazo es un proceso tan íntimo que no debería tener ninguna repercusión externa. Está convencido también de que si una gran parte de las mujeres que abortan tuvieran el apoyo del varón que se corresponsabilizara del embarazo seguirían adelante con su gestación.

Una mujer que aborta es una mujer que sufre.

Que siempre se le va a quedar un recuerdo. Incluso, la inmensa mayoría de las mujeres que vienen aquí dicen: ´es que yo no estoy de acuerdo con el aborto, pero en mis circunstancias...´ Las circunstancias son determinantes, nadie está de acuerdo con el aborto. Hay muchas más mujeres que están en contra del aborto, pero que terminan aceptándolo cuando sus casos lo requieren.

A los dos años de su segunda salida de la cárcel, el Gobierno socialista aprobó en julio de 1985 la primera ley del aborto que requería un informe psiquiátrico para justificar que la salud psíquica de la embarazada corría un grave peligro, ¿cómo vio aquella iniciativa?

Insoportable y restrictiva. Lo que no se planteaban nunca es ¿qué estamos haciendo para que las mujeres no deseen tener hijos?, ¿qué estamos haciendo para que la media de la reproducción nacional esté en 1,1? Hemos generado una sociedad sin valores que está en vías de extinción. Yo estoy absolutamente convencido de que una gran parte de mujeres con apoyo del varón, corresponsable del embarazo, seguiría adelante, pero se encuentran solas y solas en este mundo es casi imposible tener un hijo, a pesar de la evidencia de la evolución de las parejas y de que el 18% de familias españolas sean monoparentales.

Cree que si la mujer tuviese más apoyos habría menos abortos.

Infinitamente.

Con aquella primera ley hubo muchas detenciones de ginecólogos, ¿os sentíais amenazados?

Estábamos siempre en la cuerda floja de que cualquier juez dijera que no se cumplían las condiciones y que por tanto era delito.

¿Con la nueva ley de plazos están más protegidos?

Esta ley no está nada clara. Por el recurso del PP que hay presentado en el Tribunal Constitucional. Si con la cuestión catalana se han puesto tan pesados pues con esto lo mismo, son de ultraderecha todos y que la mujer se libere les supone mucha contradicción.

¿Qué opina de la propuesta del PP de adjuntar una ecografía en 3D en el sobre que se entrega a las mujeres que solicitan abortar?

Es una agresión en toda línea a la intimidad de la mujer. Es un proceso íntimo que no debería tener ninguna repercusión externa y quedarse en lo íntimo, lo personal, lo privado para que sea: ´Sobre mí nadie nadie puede legislar. Sobre mi fuero interno, sobre mi pensamiento, sobre mi voluntad nadie puede legislar´.

Sería factible que los ginecólogos volvieran a unirse contra estas iniciativas.

Es que somos los mismos que hace treinta años y estamos en peligro de extinción, no tenemos renovación. La gente joven no tiene ninguna formación ni ningún deseo de meterse en este tinglado que es problemático siempre.

¿La nueva ley de plazos se aplica ya con normalidad?

Sí,está aplicándose ya. En principio no ha sido nada traumático. La información viene directamente del ministerio, la de la Generalitat todavía no se ha implementado y de momento el informe es neutro.

¿Qué opina de los médicos que objetan?

Yo lo veo muy cómodo por su parte. Es no implicarse realmente en la función que básicamente tienen, que es ayudar a la gente a resolver sus problemas. No implicar su propia moral a la moral de los demás.

¿En España hay demasiados abortos?

El 40% de los abortos de los últimos años son de inmigrantes, o sea que la tasa real de abortos de España ha disminuido mucho. Los inmigrantes, en una primera generación, están aumentando la tasa de abortos como la tasa de nacimientos y la adecuación a nuestra forma de vida la alcanzan al poco tiempo de estar aquí, de forma que las inmigrantes que vienen a España tienen muchos menos hijos que cuando están en su país, aprenden rápidamente lo del aborto y que no se puede vivir con más de uno o dos hijos.

¿Qué falla cuando una menor de 18 años tiene que abortar?

Una mujer debía saber perfectamente cuando ovula. Es un procedimiento que pasa una vez cada mes y las sensaciones del cuerpo son determinantes. Durante la primera fase de la menstruación, hasta la ovulación, la hormona que rige es el estrógeno que es la hormona que los perros huelen a las perras e inmediatamente se ponen a mil y es la que hace a la mujer ser mujer. A partir de la ovulación cambia la hormona y es la progesterona, que es la que cuida del huevo. Es un ciclo que la mujer debería sentir y relacionar con la ovulación que tiene otra serie de características como el moco cervical, la textura de la matriz, la temperatura del cuerpo... Todo esto debería determinar la consciencia de la ovulación. Solamente son cuatro días al mes.

Pero, ¿cómo lo resolvería?

Yo les digo a las chiquitas: una relación amorosa no implica necesariamente la penetración y la eyaculación. Si estrechamos tanto el campo nos cansamos muy rápido y la solución es el cambio de pareja. Si hacemos la sexualidad más amplia, más global, más tierna, más amorosa... se ensancha el campo.

¿Qué opina de que las menores de edad puedan abortar sin el permiso de los padres?

Si los padres no se han enterado que la hija tiene relaciones sexuales y no tienen ninguna confianza con la hija, ¿qué van a exigir después? Si esa chica no tiene confianza para comunicarles que tiene una relación sexual, ¿cómo va a comunicarles el fracaso de su relación sexual?

Y el fracaso estrepitoso de la educación sexual y del sistema.

Confundimos la necesidad de la relación física con la penetración y la eyaculación, la necesidad de tocarnos, querernos, sentirnos, acariciarnos y besarnos con la penetración y la eyaculación que es la sexualidad estrictamente posesiva y machista. Ellas han aceptado ese rol con los anticonceptivos, los DIUs, se ponen como mujeres útiles para el sexo, anulando incluso su propio deseo, que es lo que hacen las pastillas, que inhabilitan los ovarios para no quedarse preñadas pero tampoco fabrican hormonas sexuales femeninas y entonces darle a una chiquita de 15 años un anticonceptivo es frenarle la evolución fisiológica de sus ovarios e inhibirle su deseo sexual pero, claro, así no van a tener problemas con la reproducción.

Usted siempre ha apoyado el parto natural.

Otra de las pequeñas victorias que hemos tenido es que desde el ministerio se ocupen de legislar que cualquier mujer tiene derecho a un parto natural en cualquier hospital público. De eso también hemos sido perseguidos, porque hemos sido los únicos que llevamos treinta trabajando con el parto en el agua, con el parto natural, con el respeto a la mujeres y ahora después de 30 años se pone el ministerio a legislarlo, lo hemos logrado. Lo que pasa es que hoy el eslogan general de las mujeres es: ´yo no quiero sufrir, a mi que me lo saquen´.

¿Y eso cómo lo vive?

Afortunadamente a mi me llega la gente consciente de que quiere un parto diferente y los que no quieren eso van directamente al hospital a pedir la epidural y la cesárea electiva, a tu gusto para no sufrir, para no tener un periodo de preparto y parto angustioso. Ahí falta la vinculación esencial que es inherente en la mujer al ceder su propia vida, al partirse en dos para ceder un trozo de su vida que es lo esencialmente femenino, la capacidad de darse a si misma, de romperse, eso es inconcebible para un hombre y cuando un hombre lo comprende dice: chapeau´,no tengo más posibilidad que hacer que darte el mayor apoyo posible para que el mundo siga existiendo.

¿Hasta cuándo va a ayudar a las mujeres a alumbrar?

Hasta que me muera.