¿Tiene aspiraciones políticas?

No tengo aspiraciones políticas. En estos momentos no es lo que está entre mis pretensiones; lo que está es finalizar completamente este periodo de mandato y reincorporarme a mis actividades universitarias como catedrático de universidad una vez lo concluya. Estaré al servicio de lo que me mande mi universidad, la sociedad y la Administración como experto en la economía agraria.

Hace un mes, investía doctores honoris causa a los cocineros Ferran Adrià y Francisco Torreblanca. ¿Qué reporta a la Politécnica acciones como éstas?

Imagen, sin duda alguna. Reporta también hacer más visible esta universidad y que tiene especial atención a determinadas parcelas del conocimiento; en este caso, todo lo relacionado con la alimentación y la salud.

Pero viendo todas esas recepciones, no se diría que ha llegado la crisis a la Politécnica. ¿En qué está afectando?

La economía está en crisis, desgraciadamente; en particular, la española. Con ello, afecta a todos los agentes sociales, a su tejido productivo. La Universidad se ve afectada en la medida en que tiene menor capacidad presupuestaria y muchos de los programas que ha desarrollado se van a tener que hacer con mucho esfuerzo de las personas que forman la comunidad y con menos medios, lo que siempre es más difícil. En todo caso, la UPV tiene la enorme fortuna de que hace años se anticipó en lo de la tercera misión y en la captación de recursos externos, convirtiéndose en la líder del sistema universitario español en la captación de recursos,y curiosamente, en un año de crisis, en 2009, cerramos el ejercicio con un crecimiento del 8 p0r ciento en derechos dinerarios. Esto permite atemperar lo que es una disminución presupuestaria por la vía de la subvención ordinaria, que sufre un pequeño recorte y que los rectores valencianos entendimos que teníamos que asumir.

¿De dónde se está recortando?

Básicamente, en capítulos no fundamentales en la actividad universitaria. La Universidad ha querido que sus programas docentes y de investigación sufran el menor recorte presupuestario por lo que descendemos en gastos funcionales que tienen desde el rectorado a diferentes estructuras, asumiéndolos todos los responsables. Garantizamos los gastos sociales, la estabilidad de plantilla, política de becas a estudiantes y programas directamente relacionados con el ejercicio docente e investigador.

Los rectores dicen muy poco sobre el retraso del plan de financiación de la Generalitat.

El plan nos satisface a los rectores valencianos, los primeros que debemos hacer un ejercicio continuo de rendición de cuentas a la sociedad y creemos que nos legitima la demanda de mayor presupuesto. Es un modelo de financiación que, partiendo de la situación presupuestaria actual, establece sus líneas de crecimiento en relación a los resultados que se vayan obteniendo. Deseamos que se implante lo más rápidamente. Es verdad que se retrasa, pero en estos momentos de dificultad, la Administración entiende que las cosas tienen que ser más reflexionadas y se ha alargado el periodo, pero creo que este año, finalmente, tendremos un plan plurianual de financiación. Espero firmarlo.

¿Está estancado, en retroceso?

Es uno de los mejores ambientes en muchos años entre el sistema universitario y la Administración valenciana. Debemos aprovechar ambas partes el diálogo abierto de todas las universidades públicas y la Administración porque podemos avanzar a pesar del del momento presupuestario.

¿Qué ha pasado para que haya habido este cambio?

Ha habido un clima de creciente diálogo. De los cinco años de rector, éste es el último periodo en que hemos tenido más encuentros con el presidente de Gobierno valenciano y con el propio conseller, el Parlamento, el ayuntamiento. Nos hemos visto muy respaldados, apreciados y entendemos que este diálogo social nos fortalece. También hemos tomado conciencia de que hemos de defender los intereses de nuestro pueblo de forma colectiva. Una buena reacción han sido las convocatorias de campus de excelencia y reivindicar que había que hacer justicia con el peso universitario valenciano. Hemos contado con su apoyo.

Con esta magnífica relación ¿no se pierde la faceta crítica de la universidad?

La universidad, desde el respeto institucional, está siempre obligada a hacer una crítica constructiva. Y va a continuar haciéndolo desde el ejercicio de la libertad de expresión y la sana crítica.

«El Estado no ha tratado bien a nuestras universidades»

Si el presidente de la Generalitat no estuviera viviendo la situación política por la que pasa ¿cree que hubiera tendido igual la mano a las universidades?

Yo creo que el presidente Camps ha tenido muy buena predisposición con nuestras universidades desde hace años. Es verdad que se ha ido intensificando con el tiempo. Las universidades valencianas, el año pasado no fueron bien tratadas —por el Gobierno central—, y éste tampoco con el campus de excelencia internacional. No lo digo por la Politécnica y la de Valencia, que están en la segunda fase. Pero la de Alicante y Miguel Hernández me parece incompresible que habiendo seleccionado catorce campus, su proyecto, además interesantísimos, no haya sido seleccionado. Y el presidente Camps nos ha arropado. No podemos entender por qué nuestra comunidad solamente tendrá un campus de excelencia cuando otras tienen cinco ó seis.

¿Esta dolido, rector

No, no estoy dolido. Es algo evidente. ¿Nos hubieran dado la Agencia Espacial Europea si se hubiera resuelto ese concurso a nivel nacional? En presupuestos, por ejemplo, la comunidad autónoma que ha recibido más es Cataluña. El sistema universitario más potente del país es el catalán, seguido del de Madrid y del valenciano. Pero del 20% que se han llevado de todas las ayudas frente al 6% nuestro es más de 3 veces. En ningún caso, en ningún indicador, es tres veces más el sistema catalan que el valenciano: ni en alumnos, ni en profesores doctores, ni en producción científica o en derechos reconocidos, ni en patentes. No estoy dolido, estoy reflexivo. ¿Qué debemos hacer los valencianos para tener tan buen resultado como los catalanes, para salir tan bien parado? Es una reflexión sin color político, pero es algo histórico.