El delegado de alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Carlos González, rechazó ayer que fuera un dispendio haberse gastado más de 4.000 euros, de una subvención municipal de 5.862, en invitar en una marisquería a los participantes en un congreso estudiantil, como adelantó ayer Levante-EMV.

"No quiero entrar en polémicas pero es algo habitual en este tipo de congresos invitar a los participantes en una cena de clausura y más si hay autoridades. Cuando yo he ido a otras ciudades se ha hecho lo mismo y en lugares más lujosos y espectaculares", justificó el delegado que presentó en su momento la factura al Ayuntamiento de Valencia.

Según indicó en conversación telefónica, los alumnos que acudieron del 22 al 24 de abril pasado en Valencia, invitados por su delegación para asistir al III Encuentro Estatal de Representantes de Estudiantes de Universidades Publicas, "estuvieron durante los cuatro días de reuniones comiendo en los bares del campus".

La factura del restaurante, que está a nombre de la citada Delegación de Alumnos de la Politécnica, lleva fecha del 28 de abril, cuatro días después de que finalizará el encuentro.

Juan Carlos González lamentó que el concejal socialista, Juan Soto, haya criticado la factura al pedir al ayuntamiento que "revise bien en qué se van a gastar las subvenciones cuando se conceda una ayuda, porque hay que evitar este tipo de despilfarros". El representante estudiantil cuestionó las intenciones del edil al denunciar este hecho.

En concreto, la cena costó 4.080 euros, IVA incluido, y asistieron 52 comensales, por lo que cada cubierto supuso un desembolso de 78 euros. El 70 por ciento de la subvención municipal fue para el ágape.

En opinión del concejal Soto, "las subvenciones y ayudas deben ser para fines concretos. Y aquí se ha realizado un mal uso del dinero público. Una cosa es subvencionar un congreso para la universidad y, otra muy diferente, derrocharlo en comilonas y gastos superfluos".

En esta jornada, la misma Politécnica también convocó hasta un máximo de 25 ayudas, por un importe máximo de 5.000 euros con cargo al vicerrectorado de alumnos. Es una práctica habitual en las universidades públicas subvencionar, o dar ayudas, para encuentros y actividades de los estudiantes.