No deberíamos olvidar el arte rupestre del arco mediterráneo...

Que es de los más importantes de la península Ibérica, una manifestación artística única, que se extiende desde Lleida y norte de Aragón hasta Andalucía oriental. Es de una riqueza extraordinaria, además, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. De hecho, la secuencia artística cubre la casi totalidad de los últimos 26.000 años, con diferentes tipos de artes en las cada fase de la Prehistoria. Principalmente el Arte paleolítico, el Arte Macroesquemático, el arte Levantino y el arte Esquemático.

Profundizar en su conocimiento, ¿qué permite?

El arte rupestre levantino, efectivamente, no sólo nos aporta unos conocimientos culturales muy relevantes, sino que nos ayuda a valorar hasta qué punto las transformaciones en estas representaciones muestran cambios económicos y sociales durante la secuencia del Neolítico. De hecho, durante los últimos años han cambiado los puntos de vista de su análisis y el esfuerzo se concentra ahora en integrar el estudio de las representaciones gráficas en la secuencia arqueológica.

¿Qué ansía descubrir?

Tras más de treinta años de investigación, hay una cuestión que me sigue preocupando: la cronología de las representaciones levantinas, todavía no disponemos de una datación clara. Desde la Universitat de Valencia hemos impulsado la idea de que se deje de considerar el arte rupestre como una totalidad para conocer el detalle de su evolución. Por ello hemos realizado un análisis interno de los elementos gráficos, dedicando un gran esfuerzo a caracterizar las formas de las figuras, pero también en estudiar cómo evolucionan las escenas, las composiciones.

¿Las temáticas no ayudan a la datación?

Sí y no, ya que pueden resultar engañosas. Por ejemplo, las escenas cazadoras que dominan el Arte Levantino se han relacionado durante mucho tiempo con sociedades cazadoras-recolectoras, del Mesolítico. Sin embargo, la representación de la caza puede indicar prestigio y diferenciación social y ser perfectamente coherente su ejecución con las sociedades productoras, agrícolas y ganaderas del Neolítico.

¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en el estudio arqueológico?

Han implicado una revolución. Desde nuestro departamento hemos conseguido crear metodologías de documentación de vanguardia y gracias a la aplicación de técnicas como la fotogrametría o la restitución de imágenes tres dimensiones, en colaboración con el Departamento de Fotogrametría de la Universidad Politécnica de Valencia, lograr reproducciones que puedan ser contempladas en museos con el fin de acercar este patrimonio y su importancia a toda la sociedad.

Entre sus grandes pasiones científicas se encuentra el arte paleolítico. Ha estudiado en profundidad la Cova de Parpalló de Gandia. ¿Qué destacaría?

El estudio de la colección de arte mueble -plaquetas dispersas, a diferencia de los murales en las paredes, parietales, en los niveles arqueológicos- de la Cova de Parpalló ha revelado que es la más rica de su época y de gran repercusión en el ámbito internacional. Hemos analizado y datado casi 6.000 plaquetas en los diversos niveles arqueológicos, las técnicas, los estilos, los temas, los materiales... Así, hemos conseguido una secuencia evolutiva completa, la más rica del mundo de sus características.

¿Cuál es el hallazgo más importante de esta evolución?

Estas representaciones de arte paleolítico, como también la tradición decorativa, revelan la existencia continuada de poblaciones en el Mediterráneo durante 14.000 años, desde hace 26.000 años a hace 12.000. Por otra parte, esta continuidad no implica que no se produjeran cambios, los había, pero no tan vertiginosos como en nuestros tiempos. En el paleolítico las sociedades eran más bien conservadoras, hecho que hacía que se mantuviesen sus elementos simbólicos.

Y no dejan de hacerse preguntas...

Como científicos, es imposible. Ahora nos cuestionamos hasta qué punto el ámbito mediterráneo ha dado lugar a un arte diferenciado del paleolítico cantábrico o francés, a un arte con elementos territoriales porque los cazadores tenían sus dominios territoriales. La cova de Parpalló disponía de plaquetas, pero en 2003, en la Cova de les Meravelles vecina, encontramos arte parietal. Con lo que se abrieron nuevas vías de estudio.

El Mediterráneo, ¿fue pionero en la creación de arte?

En el Gravetiense, hace 26.000 años, se inició el arte en el Mediterráneo. Sin duda, es una fecha muy temprana, aunque no la primera, pues hay hallazgos de arte de hace 33.000 años en otras partes del continente europeo.

Dejando ahora de lado el arte, la arqueología ¿también nos informa sobre las formas de vida?

Los hallazgos efectuados hace años en la Cova Negra de Xàtiva nos llevaron a intuir que los neandertales tenían un ritmos de movilidad muy elevados, mucho más que sus compañeros del Paleolítico superior. Los neandertales disponían de un nivel tecnológico bajo, se enfrentaban con lanzas, cuerpo a cuerpo con sus presas. El estudio de abrigos como el de la Quebrada de Chelva este verano, nos confirman esta apreciación. Los neandertales cambiaban continuamente de asentamiento, hacían recorridos de larga duración aprovechando pasillos naturales de nuestra geografía. Una práctica con importantes incidencias sobre la población más débil como los ancianos o los niños.

¿Y cuándo llegó la planificación en la explotación de recursos?

En el Paleolítico superior, cuando se produjo una economía bien planificada gracias a una movilidad estacional dirigida a la explotación alternativa de cabras y ciervos, en relación al verano y al invierno y vinculados a los llanos litorales o al interior montañoso. Este periodo es especialmente rico y atractivo para la investigación en nuestras tierras, porque tenemos yacimientos con las secuencias que nos permiten establecer la evolución cultural en relación con los cambios climáticos del Pleistoceno.

*Càtedra de Divulgació de la Ciència de la Universitat de València.