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El presidente Camps, acompañado por Feijóo, recorrió ayer los 5 kilómetros del tramo final del Camino de Santiago, entre el Monto de Gozo y Santiago. Durante el trayecto, de hora y media, se encontró con numerosos peregrinos de la Comunitat Valenciana, entre ellos, jóvenes alicantinos que le corearon: "¡Ese Camps, como mola, se merece una ola!" El presidente, que repartió besos y se hizo fotos, también dio pie a las bromas de otros; la americana azul marino, sin embargo, no la usó en el Camino sino que la reservó para el acto institucional y la visita a la catedral.

Sin preguntas y Libro de Honra

El Pazo de Raxoi, sede del Gobierno autonómico y del ayuntamiento, fue escenario de los discursos, tras los que Camps -quien destacó su presencia en el Año Santo como "católico y español"- firmó en el Libro de Honra. Después no se abrió turno de preguntas de los periodistas, a los que también esquivó al cruzar la Praza do Obradoiro. Ya en catedral, el jefe del Consell pidió al Apóstol Santiago "prosperidad" para la Comunitat Valenciana y que "los nietos de mis hijos sigan abrazando la fe cristiana, igual que yo la abracé de mis mayores". El jefe del Consell realizó la segunda ofrenda de la misa del Peregrino, tras la lectura del Evangelio y los cánticos del Laudamoste y Aleluya.

"Por los que buscan consuelo"

En su intervención, de un minuto, pidió "por todos los españoles, especialmente por los que sufren, los que no encuentran trabajo", y "por las intenciones del Papa, su trabajo y esfuerzo diario, por que sea un éxito su visita" a España, e imploró por El Rey, el Príncipe y toda la familia real, por la Comunitat y por "todas las personas que buscan consuelo", invocando "a la Mare de Déu dels Desemparats, la Santa Faz, la Mare de Déu del Lledó y a todas las advocaciones marianas y santos que protegen nuestra tierra, entre otros San Vicente Ferrer". "Y en especial -concluyó-, que los nietos de mis hijos sigan abrazando la fe cristiana, igual que yo la abracé de mis mayores".