El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, ha anunciado que 83 centros públicos de la Comunitat aplicarán voluntariamente para el próximo curso 2010-11 el programa experimental del uniforme escolar, lo que supone alcanzar aproximadamente un 6 por ciento del total de centros públicos de la Comunitat.

De esta forma, 25 colegios se acogerán el próximo curso por primera vez a esta iniciativa, que se sumarán a los 58 que ya la han aplicado de forma experimental durante el curso 2009-10, lo que supone un incremento del 43 por ciento en el número de centros interesados por el Programa Experimental para el Uso del Uniforme Escolar en el Ámbito Educativo, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

Font de Mora ha afirmado que el uniforme escolar "ha tenido una muy buena acogida por parte de las familias y profesores de los 58 centros públicos que lo han desarrollado este curso y los 12.783 alumnos participantes". Así, el primer año fueron 13 centros y 5.635 alumnos; el segundo 58 y el próximo curso se extiende a 83 centros en total y a más de 23.500 escolares, por lo que el conseller ha destacado que se trata de "una tendencia de incremento y extensión del programa contando siempre con la adhesión de las familias y los centros que tienen que solicitarlo".

"Los expertos aconsejan que es un programa que debe ampliarse dados sus efectos beneficiosos y nosotros vamos a seguir trabajando en esta línea, destinando 410.000 euros para cubrir parte de la adquisición de los uniformes. Con este tipo de solución se da respuesta a una serie de molestias que pueden surgir con la vestimenta", ha recalcado Font de Mora.

Según el conseller, la adopción de esta iniciativa beneficiará a alrededor de 25.000 alumnos de los 83 colegios públicos, de los que 30 son de la provincia de Alicante, 38 de Valencia y 15 colegios de la provincia de Castellón. En concreto, de los 25 nuevos centros participantes 14 pertenecen a la provincia de Alicante, tres a Castellón y ocho a Valencia. La Comunitat Valenciana de esta manera se convierte en la comunidad autónoma que más colegios públicos cuentan con uniforme.

Además, el conseller ha destacado que el uso del uniforme es visto por las familias como "algo muy positivo desde muchos puntos de vista, fundamentalmente por la comodidad que supone".

INCIDENCIA "MUY POSITIVA"

Tras dos años de aplicación del programa experimental, la Conselleria de Educación ha asegurado que ha podido comprobar una incidencia "muy positiva" del uso del uniforme escolar en los centros en los que se ha aplicado esta medida en 2008/09 y 2009/10. Así, considera que ha contribuido a disminuir "significativamente" aspectos como "la discriminación por razón de vestimenta, el gasto económico familiar o las discusiones familiares relacionadas con la ropa".

El programa concede una ayuda económica de 20 euros por alumno matriculado a cada uno de los centros participantes. Los centros que participaron en el programa durante el curso pasado y que lo hacen por segunda vez, recibirán 10 euros por cada alumno que haga uso del uniforme, a excepción de los estudiantes que se hayan matriculado por primera vez en el centro el curso 2010-11 que recibirán 20 euros. Esta cantidad es la resultante de la estimación del 25 por ciento del coste medio del uniforme escolar de todos los centros participantes.

El primer año se destinó a este programa 112.700 euros, el pasado curso la cantidad fue de 250.000 euros y para el próximo curso 2010-11 se elevará hasta alcanzar la cifra de 343.892,50 euros.

La Conselleria ha apuntado que los estudios realizados reflejan que el uso del uniforme "influye positivamente en la mejora de la imagen del centro y en el control del alumnado en las actividades escolares y extraescolares". En concreto, ha destacado que en sus dos años de funcionamiento se ha logrado "proyectar una imagen positiva de la escuela pública, aumentando su consideración por parte del conjunto de la sociedad; se han atenuado algunos problemas relacionados con la economía familiar, desigualdades sociales, la convivencia y el clima escolar".

Asimismo, sostiene que también se ha observado "una mejora en las relaciones paterno-filiales evitando conflictos relacionados con la vestimenta; se ha facilitado la vigilancia y protección del alumnado en los centros y en las actividades extraescolares y se ha reforzado la cohesión y el sentido de pertenencia al centro, lo que refuerza el proyecto educativo".