Las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil permanecen amarradas doce horas al día a pesar de la llegada de pateras a la Comunitat Valenciana. La embarcación que cubre la costa de Alicante estaba atracada en el puerto el día que aparecieron los primeros cuerpos de los inmigrantes hallados en Xàbia porque no le tocaba navegar hasta más tarde. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil -colectivo que representa a más del cincuenta por cien de los mandos- exigió ayer a la Delegación del Gobierno que reaccione y modifique el sistema de turnos porque "hay suficientes barcos y personal" para vigilar el litoral las 24 horas del día. Los oficiales sospechan que Interior ha recortado las salidas para ahorrar combustible ya que cada patrullera gasta 10.00o euros cada doce horas.

Fuentes del Servicio Marítimo de Valencia explicaron que las embarcaciones sólo tienen un turno de 24 horas una vez cada tres días. Los otros dos días no hay ninguna patrullera de la Guardia Civil en el mar durante 12 horas cada jornada. La Unión de Oficiales responsabilizó ayer al delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, de dejar "el litoral valenciano desprotegido doce horas cada día para que narcotraficantes y pateras campen a sus anchas".

El colectivo de oficiales insistió en que si el sistema de radares SIVE detecta la llegada de una patera a Torrevieja y la única patrullera operativa de la Guardia Civil está en Oropesa, "es imposible que llegue". Según la asociación, los jefes de las unidades están desmoralizados al ver que llegan cuerpos de inmigrantes y tienen a 30 agentes en tierra. "Los guardias civiles no se sienten útiles porque la Delegación del Gobierno no les deja trabajar", apuntó un portavoz de la Unión de Oficiales.

La presión policial ha reducido el desembarco de pateras en las costas del sur de la península y ha obligado a las mafias a actuar cada vez más al norte hasta alcanzar la Comunitat Valenciana. Los grupos organizados comenzaron hace tres años a introducir inmigrantes por el sur de Alicante y ahora ya están entrando por la Marina Alta. El año pasado, según una respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado popular Ignacio Cosidó, llegaron a Alicante 14 pateras. Este año ya se ha constatado el desembarco en la Costa Blanca de 4 pateras con inmigrantes.

En las últimas dos semanas han aparecido flotando en Xàbia, Altea, Calp y la playa de San Juan los cuerpos sin vida de cinco inmigrantes. La Guardia Civil sospecha que iban en una quinta patera, que pudo naufragar en el Canal de Ibiza (situado entre Dénia y la isla de Ibiza).

Interior invirtió el año pasado doce millones de euros en el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) para controlar el litoral valenciano con radares y defendió hasta hace unos meses que era la panacea en la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico. El SIVE no detectó la patera en la que iban los cinco inmigrantes que han aparecido ahogados en Alicante. Tampoco percibió la llegada de más de una decena de pateras en la Costa Blanca.

El Gobierno, como adelantó Levante-EMV, admitió que las lanchas pequeñas que utilizan las mafias pueden pasar desapercibidas. Los radares del SIVE son incapaces de detectar las embarcaciones de madera y neumáticas de menos de cinco metros de eslora. Además, el dispositivo tiene zonas de sombra en determinados puntos de la costa alicantina "debido a la accidentalidad geográfica", según el Ministerio del Interior.

El Consell reclama que se tomen medidas

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, señaló ayer que la llegada del quinto cadáver confirma que el Gobierno "fracasa en la seguridad del litoral valenciano", por lo que pidió que se tomen medidas para evitar estas "desgracias". Castellano reclamó que se solventen los problemas técnicos que está teniendo el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) y que imposibilitan la detección de embarcaciones ilegales.

El conseller también lamentó la "falta de compromiso" del Gobierno central con la seguridad por el estado "ruinoso" de los cuarteles de la Guardia Civil. Castellano recordó que Interior asegura que un tercio de los cuarteles se encuentra en estado ruinoso y que los agentes han pedido su cierre. r. f. valencia