Quedan 18 días -dos semanas y media- para el inicio de un nuevo curso y las dudas ya comienzan a ensombrecer el semblante de los padres de alumnos que cursan sus estudios en la Comunitat Valenciana. Los frentes son muchos, ya que al típico aumento de gastos que conlleva todo arranque escolar en una época de crisis (ropa, libros, etc) se une el anunciado recorte de profesores interinos aprobado por el Consell para el ejercicio 2010-2011.

Las cifras apuntan a la eliminación de más de 1.200 plazas en diferentes categorías -infantil, primaria, secundaria, bachiller y ciclos formativos- y supondrán un ahorro cercano a los 50 millones de euros.

Dicen que "prevenir es curar" y, quizá por ello, María Jose Navarro, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia no dudó a la hora de predecir que "éste va a ser un curso difícil, el recorte en el profesorado se va a notar y mucho. Si todo se cumple, no habrá docentes de apoyo y el refuerzo no se podrá hacer".

En términos similares se pronunció David Ferrer, portavoz de la Asociación de Padres y Madres separados de Valencia Custodia Ya, "en los últimos años se ha registrado un incremento de la conflictividad en los colegios, si se va el personal encargado de solucionar los problemas y las aulas se masifican, todo puede ir a peor". El colectivo que sale más dañado por la situación es el mismo profesorado. Antonio Ponce, presidente de la Asociación Nacional de Profesores, no descartó salir a la calle por la situación, "si se produce el recorte veremos con otros colectivos qué medidas podemos llevar a cabo. Por ahora estamos a la espera".

Los sindicatos, por su parte, critican las "decisiones improvisadas" de la Conselleria de Educación. Pedro Espada, portavoz de enseñanza de UGT comentó que "la pérdida de plazas de docentes ya se notará en la primera semana de septiembre, parece que los IES deberán improvisar". La falta de planificación también fue exaltada por parte Inma Sánchez, responsable de centros de Enseñanza Pública de CC OO, que criticó que "la falta de previsión de Educación ha causado que muchos institutos no hayan ni hecho los horarios. No pueden saltarse los ratios y no saben cuántas plazas hay, todo apunta a una improvisación directa".

300-400 euros de media

De nuevo, los gastos en ropa y material escolar volverán a disparar las economías familiares un año más, ya lastradas por los dispendios veraniegos. En un año aún marcado por la recesión, los padres deberán hilar muy fino, ya que los expertos calibran el gasto medio entre los 300 y los 400 euros. Tanto Navarro como Ferrer demandan una mayor implicación de las administraciones, "el bonolibro se ha reducido en 12 euros y encima Font de Mora va y dice que en 89 centros de la C. Valenciana los alumnos tendrán que ir de uniforme. Cabe recordar que los padres con hijos en esas escuelas solamente recibirán una ayuda de 25 euros y eso no da ni para una camiseta".

Más estudiantes para los barracones

Otro de los temas ya reincidentes en cada inicio de curso es la pervivencia de los llamados "barracones", aulas prefabricadas en las que cursan sus estudios los jóvenes por la falta de centros en condiciones. En 2009 fueron 18.000 los alumnos afectados por la situación y desde los sindicatos ya se apunta que la cifra podría ser superada durante el próximo ejercicio. Ejemplos como el de Benalúa (Alicante), cuyos alumnos estudian desde 1997 en módulos ilustran la situación. Inma Sánchez (CC OO), reconoció que "la problemática es más profunda en Alicante, en Valencia lo que hay son casos crónicos". Desde la comunidad educativa defienden la posibilidad de contar con estos espacios de forma "provisional, nunca definitiva". El Síndic de Greuges, José Cholbi, se mostró recientemente contrario a estas instalaciones, "por su incapacidad para ofrecer una educación de calidad".