pilar g. del burgo valencia

¿Cómo se siente un meteorólogo cuando acierta de lleno en su predicción?

Cuando una predicción se cumple, como en todo trabajo, se siente una satisfacción, aunque hay veces que casi prefieres que no llegue a cumplirse (risas). Lo importante es la previsión y el aviso. Lo que no podemos es evitar los hechos.

¿Ha evolucionado mucho la Meteorología?

Si. La ciencia de la metereología va mejorando, después de muchos años la predicción ha dado una salto muy importante aunque hay capítulos como las precipitaciones de origen tormentoso que están por resolver en cuanto a precisión e intensidad. Hace unos cuantos años lo único que se exigía de la precipitación era informar si iba a llover o no. Ahora hay que precisar la intensidad, el lugar, el momento...

¿Es más fácil predecir un poniente como el de ayer que una gota fría?

El Poniente es más fácil. Otra cosa es acertar el umbral de temperatura a la que se va a llegar y eso lo hacemos con modelos. El problema de la gota fría es precisar donde va a descargar sus efectos porque el entorno de la gota fría se ve venir.

¿Con cuanta antelación la pueden predecir?

El día anterior ya hay un ambiente amplio, se puede observar si hay dos provincias con riesgo, pero la cuestión es donde va a descargar. Para eso contamos con instrumentación de vigilancia. El radar y las estaciones automáticas son herramientas fundamentales, además de las imágenes del satélite, para saber en tiempo real la tendencia de donde va a descargar.

¿Es la primera vez que decretan alerta roja por calor?

Sí, desde hace seis años que se incluyen las temperaturas en el Plan Nacional de Avisos.

El poniente de ayer ya lo veía venir desde hace dos días

Si, se podía predecir desde el miércoles, pero cuando hay situaciones de temperaturas muy altas hay que ser extremadamente cuidadosos porque tras una alerta meteorológica se ponen mecanismos en marcha, de Protección Civil, por ejemplo. No hay nada gratuito.

¿Una alerta roja también es un aviso de riesgo alto de incendios?

Para incendios es la alerta tres que también puede decretarse con temperaturas más bajas, porque hay otros factores que influyen como el viento y la sequedad además de la temperatura.

¿La alerta roja la emitieron antes de saber que en Valencia se iban a alcanzar 43º C de máxima por primera vez en la historia de la Metereología?

Para emitir esa alerta roja, estuvimos varios meteorólogos meditando y dándole vueltas. Lo analizamos y llegamos a un consenso porque todos los factores sugerían que podía ser.

¿Se esperaron al mismo día para decretarla?

La emitimos a las 8,30 de la mañana del ayer, viernes. La víspera no se emitió porque parecía prematuro, aunque mantuvimos conversaciones con Protección Civil para informarles de que la situación iba a ser muy complicada y de este modo ellos pudieran emitir protocolos de actuación muy exhaustivos a los ayuntamientos para prevenir el riesgo de incendios.

¿Cuales fueron los elementos clave para anunciar esa alerta roja?

Que las altas temperaturas se iban a dar en areas muy extensas y de forma duradera. Un árbol no hace un bosque y de la misma manera una temperatura no hace una ola de calor, para ello tiene que ser extensa y persistente.