Los gobiernos autonómicos y locales españoles han extraído préstamos en los mercados internacionales que superan los 120.560 millones de euros, tan sólo por detrás de Alemania. Los bonos del Estado podrían haber encontrado una salida en las cámaras de compensación, pero la City de Londres, el mayor centro financero europeo, teme ahora que las inversiones extranjeras se hayan acabado para las comunidades.

Una ojeada al balance que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha descubierto este año ante los inversores extranjeros en sus presentaciones exteriores basta para comprender los temores del capital internacional. En el total de este año 2010, al gobierno valenciano le vence deuda por valor de más de 1.200 millones de euros; de aquí a cinco años, el golpe será casi el doble, 2.100 millones.

Tendencia creciente

El pasado 28 de junio, el Gobierno central concedió a siete comunidades autónomas, entre ellas la valenciana, la posibilidad de endeudarse más si cabe. En nuestro caso, la barrera se amplió 1.045 millones en euros y otros 1.000 millones en pagarés con divisas.

La tendencia, desde 1995, ha sido siempre a aumentar los préstamos. Mientras en el País Vasco se reducía casi a la mitad la deuda entre 1995 y 2005, en la Comunitat Valenciana se multiplicaba por cinco, y así se recoge en los diagramas del Banco de España. Cuando el 76% de los ingresos operativos provienen de los impuestos a la propiedad, del timbre y las transferencias del gobierno central, esta política de hipotecar el gasto público es extremadamente imprudente.

Demasiados títulos españoles

"En septiembre, las bolsas se van a encontrar con que los bonos del Tesoro competirán codo a codo contra los valores de los gobiernos regionales por atraer todavía más dinero de los inversores internacionales. Habrá demasiados préstamos españoles en el aire", dice David Schnautz, estratega de Commertzbank. "Y no estoy seguro de que haya apetito para tanto riesgo", advierte.

Nadie lo está en la City de Londres, el mayor núcleo de actividad financiera de la Unión Europea. Pero el comportamiento de los principales agentes de actividad creditícia en la llamada Square Mile ofrece pistas. Barclays Capital es el corredor de bolsa del 55% de las emisiones de europapel comercial del IVF, que en 2008 fueron de 2.930 millones de euros y el año pasado se multiplicaron hasta los 5.131 millones. La deuda viva del Gobierno valenciano se ha catapultado un 173% en dos años y se sitúa en los 846 millones en 2010, de acuerdo con los datos oficiales del IVF.

Y Barclays Capital desaconseja a sus propios clientes que apuesten su dinero a que extraerán beneficios de cualquier deuda autonómica española porque "carecen explícitamente de protección oficial y una cláusula de la Constitución impide su rescate". En otras palabras, las de Sheraz Mian, asesor de Zacks Investment, "la razón por la que los bonos públicos han tenido demanda hasta hoy ha sido que las acciones de las empresas fluctúan a un ritmo temible en las bolsas, pero con los datos económicos de que disponen los inversores, está claro el país o la región puede salir del atolladero y las que no".

Un vecino escandaloso

Standard & Poor's (S&P), la agencia de calificación de riesgo, estima que las regiones y autoridades locales de la Unión Europea han desoído los consejos de control fiscal y este año pretenden embutirse otros 260.000 millones de euros más de una deuda que en 2009 rondaba ya los 1,2 billones. En 2010, las autonomías y ayuntamientos españoles representan más del 12,5% del exceso anual. El único país del mezzogiorno europeo que se acerca a tamaña osadía es Italia, que representa el 3,2%. Ni tan siquiera en Francia, con un 8%, los gobiernos menores han expandido sus finanzas a costa del crédito de manera semejante a los ibéricos.

Según el Banco de España, en 2006 la deuda autonómica global era de 57.961 millones de euros. Tras un salto de 163%, hoy pesa 94.621 millones. Barclays describe a las administraciones de Madrid, Catalunya y de la Comunitat Valenciana como "los prestatarios más activos" del parqué.

Riesgo inversor

En 2009, el crecimiento de la deuda valenciana fue de 1.850 millones de euros. Para entonces, ya había emitido colocaciones privadas de bonos por 1.777 millones. "Los inversores extranjeros siguen jugando un papel fundamental, sobre todo en la deuda de la Generalitat", señala el informe del propio IVF. Y aquí yace el problema. "Creemos que las regiones españolas", apuntan en S&P, "fundan la mayor parte de su gasto público con programas de préstamos exteriores, en vez de auto-financiarse en proporciones más equilibradas".

Brendan Curley, gestor de carteras en la City, no esconde el bulto y explica a este diario que sus perspectivas para el llamado sector sub-soberano son negativas: "el mercado se está preparando para recibir algunos choques", avisa, "en menos de dos años ocurrirá el impago en algunos bonos municipales y regionales".

Bajo el punto de mira de la City londinense

Las autonomías españolas están en el punto de mira de la City. En opinión de la agencia de riesgo Moody's, "las dificultades para recuperar el crecimiento económico en el sur de la Unió Europea refuerza las previsiones de que habrá regiones para las que será duro cumplir con sus responsabilidades creditícias".

En notas internas a clientes e inversores, Barclays Capital baraja la posibilidad de que el total de préstamos para municipios y autonomías en España, diversificado a través de bonos, papel comercial o pagarés a corto y largo plazo, rebase los 120.500 millones de euros. La capacidad de recoger capital exterior ha tocado techo.