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El empresario Ángel Fenoll tenía pensado hasta el último detalle de cómo se iba a hacer con la contrata de recogida de la basura y limpieza viaria de Orihuela, a través de empresas interpuestas y en teoría sin ninguna relación con él, desde septiembre de 2007. Cada uno de los pasos que anticipa para hacerse con la adjudicación y que aparecen documentados en el sumario, se cumplen semanas después, siempre en estrecha coordinación con la información puntual y supuestamente privilegiada que le van aportando ediles del equipo de gobierno del Partido Popular como Ginés Sánchez y, especialmente, Manuel Abadía, según se desprende de los informes policiales.

Para ello formará UTE con SUFI –filial de SACYR- manteniendo un 60% de la mercantil. Un porcentaje que se dividirá en diversas empresas creadas o adquiridas «ad hoc» en las que no figurará nadie relacionado con el entorno del empresario oriolano.

Las transcripciones de las grabaciones de conversaciones entre Fenoll y otros protagonistas de la trama acreditan, según la Policía, que desde septiembre de 2007, a penas dos meses después de las lecciones y de dejar la prisión bajo fianza, Fenoll comienza a dar los pasos para desarrollar, con la ayuda del empresario Rafael,Gregory –cuya empresa, al final del proceso fue contratada para proporcionar la maquinaria de la nueva contrata–, una estrategia para usar empresas interpuestas dirigidas por testaferros. Al tiempo, el nuevo equipo de gobierno del PP, liderado por Mónica Lorente, comienza también a aprobar el pago atrasado de facturas por servicios realizados en Orihuela en el anterior mandato municipal por valor de millones de euros.

La UTE Sufi, Gobancast y Liasur se hicieron con el contrato en septiembre de 2008. Desde la reactivación del procedimiento de adjudicación, a finales de 2007, el gerente de esta mercantil, filial de Sacyr, conocería al dedillo las pretensiones del empresario Ángel Fenol, según las mismas fuentes. Fenoll compra Gobancast y Liasur, a través de un complejo proceso con personas interpuestas y sin dejar huella de su relación con ellas, supuestamente, y dota a las mercantiles de locales, teléfonos y correos electrónicos. Inmediatamente después los testaferros, siempre según el informe policial, revenderán esa mercantiles al entorno de Ángel Fenoll.

Fenoll se reúne con el que será gerente de la UTE, Miguel Sanandrés en un hotel de Alicante ya en noviembre de 2007, tal y como aparece en un seguimiento policial, para ofrecerle el puesto, mucho antes de que ni siquiera se conozcan los pliegos de condiciones de la contrata que iban a elaborar todos los grupos municipales en sesiones maratonianas a principios de 2008.

Detalles

Para asegurarse de que cualquier detalle de la oferta coincidiera con las determinaciones de la contrata y garantizarse la mejor puntuación en la baremación, Fenoll intensifica los contactos con el edil Manuel Abadía, que incluso se reúne en varias ocasiones en un local de la ciudad de Murcia con Ángel Fenoll, el gerente de Sufi, Ángel Bracho para exponer supuestamente distintos detalles de la contrata. El sumario acredita constantes contactos entre el empresario Ángel Fenoll y el edil Abadía, hasta el mismo día de la presentación de la nueva contrata en abril de 2009.