Expertos de la Delegación Territorial en la Comunitat Valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) han negado hoy que haya una relación directa entre un verano cálido y lluvias torrenciales, puesto que el fenómeno de la gota fría implica una serie de condicionantes que deben darse al mismo tiempo.

Así lo ha manifestado el delegado territorial Aemet en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, en una rueda de prensa junto al jefe del grupo de predicción, Víctor Alcover, y el jefe de climatología, José Ángel Núñez.

La temperatura media del verano se ha situado en 23,2 grados en la Comunitat Valenciana, un 0,7 más que en el promedio del periodo de referencia (1971-2000), un aumento térmico que no implica que en el otoño de 2010 vayan a producirse necesariamente lluvias torrenciales.

En este sentido, han explicado que la posible formación de este fenómeno no sólo exige temperaturas elevadas y el calentamiento del mar por encima de los 18 grados, sino también un embolsamiento aislado de aire frío en capas altas de la atmósfera y viento de levante que aporte, a su vez, humedad.

El verano de 2003, han señalado, fue "especialmente" cálido, pero no se registraron lluvias significativas unidas al fenómenos de la gota fría durante los meses del otoño climatológico (septiembre, octubre y noviembre).

Asimismo, han indicado que la gota fría se asocia en la terminología popular a las lluvias torrenciales, mientras que desde el punto de vista técnico se refiere a la formación del fenómeno meteorológico.

Al respecto, han destacado las lluvias torrenciales "más potentes" registradas en la Comunitat Valenciana en las últimas décadas, como la Pantanada de Tous de 1982, las inundaciones de la comarca de la Safor de 1987, así como las lluvias de octubre de los años 2000 y 2007.

Han subrayado que, a medida que avanza el otoño, el fenómeno de la gota fría "pierde torrencialidad", pese a que "hay excepciones" como las inundaciones en La Safor en 1987 cuando en la mañana del 3 de noviembre se registraron hasta 800 litros por metro cuadrado en un periodo de 8 horas.

Respecto a la posibilidad de que en este otoño se registren lluvias torrenciales en la Comunitat Valenciana, los expertos han manifestado que la "estimación genérica" apunta a que será una estación normal en cuanto a temperaturas y precipitaciones.

Sin embargo, han afirmado que las estaciones de primavera y otoño tienen "un mayor índice de fallo", ya que "una situación extrema puede conllevar que llueva el triple de lo normal", mientras que el invierno y el verano "más estables y con un mayor grado de predictibilidad".

Tamayo ha remarcado también que "si se dan demasiados avisos, éstos perderían valor", en referencia a la alerta que se suscitó a principios de septiembre cuando los medios difundieron de que la gota fría llegaría a la Comunitat Valenciana a mediados de mes.

Pese a que el entorno general indique una situación de riesgo, "hay que frenar esta tendencia para que no haya inflación de predicciones", ha destacado el delegado.