La nueva ordenanza de la zona ORA que hoy pasará por la comisión municipal de Hacienda del Ayuntamiento de Valencia regula las tarifas de la zona naranja en el centro histórico. Esta modalidad de aparcamiento para residentes que han puesto en marcha otras capitales como Madrid supondrá un desembolso mensual de poco más de 11 euros. El hecho de tener la tarjeta, sin embargo, no garantizará a los usuarios la plaza en la vía pública. Se corre el riesgo, por tanto, de pagar los 11 euros al mes y no encontrar plaza todos los días.

El banco de pruebas de esta medida será el barrio del Carmen, que sufre una acuciante falta de aparcamiento.

En la zona naranja podrán aparcar conductores que no tengan la tarjeta aunque les costará un 340% más que a los poseedores del bono de residentes. La tarjeta puede ser de periodicidad semanal y se podrá renovar también semanalmente en los parquímetros. La puesta en marcha de la zona de aparcamiento para residentes es una antigua reivindicación de los vecinos del barrio del Carmen.

Las tarifas de la zona naranja, que el concejal de Circulación anunció que tendrían precios asequibles, se ha incluido dentro de la nueva ordenanza de la ORA donde se ha añadido una nueva zona azul para el centro histórico de Valencia.

La zona azul sube un 120%

Según advirtió el concejal socialista Juan Ferrer las tarifas de la zona de aparcamiento de pago de la vía pública van a subir entre un 4 y 20%.

La subida todavía se notará más en el centro histórico, donde según el PSPV, la tarifa mínima (25 minutos) se encarecerá un 120% ya que de los 0,25 céntimos por minuto se pasa a 0,55.

Juan Ferrer manifestó que este sistema de tarifas penaliza a las personas que viven en el centro histórico. Un vecino que viva en la plaza de la Reina tendrá que pagar hasta un 20% por aparcar delante de su casa que si viviera en Patraix.

En relación a la zona naranja, Juan Ferrer dijo que es una medida que desincentiva el alquiler o compra de plazas de aparcamiento. Como se ha publicado el Ayuntamiento de Valencia ha tenido que desistir de la ejecución de algunos aparcamientos por falta de demanda.