El presidente de la Diputación de Valencia y líder del PP en Valencia, Alfonso Rus, despejó ayer las dudas que pudiera haber sobre el control que ejerce sobre la organización en la provincia al conseguir movilizar a más de 120 alcaldes en un acto para reivindicar su tres años de gestión. Arropado por su equipo de gobierno y por más de doscientas personas -entre alcaldes y concejales- Rus fue recibido con una calurosa ovación en la sala Alfons el Magnànim del centro cultural de la Beneficencia, donde se celebró el acto. Aunque el motivo oficial de la cita era celebrar los tres años al frente de la Corporación provincial, Rus aprovechó el encuentro para reivindicarse así mismo como un buen gestor, así como para defender el papel de la institución. Alardeó de que la diputación no debe ninguna factura del año anterior y que paga a sus proveedores en un plazo de entre 60 y 90 días. Los comentarios de Rus sobre las cuentas saneadas de la diputación se producen en un momento en el que la Generalitat que preside Francisco Camps se encuentra en un momento de asfixia financiera y en medio de las quejas de los empresarios por la morosidad de la Administración.

Junto a la cuestión presupuestaria, Rus deslizó en un tono distendido su firme voluntad de continuar al frente de la institución: "Pagaría -dijo- por estar donde estoy". En la que fue una intervención improvisada -tenía preparado un discurso de varias hojas en el que parafraseaba a Adolfo Suárez para autoreivindicarse como un hombre con experiencia política, que sólo siguió para dar los datos sobre la gestión - Rus aseguró que lo que allí se estaba celebrando no era "un acto político sino de gestión". Con todo, la movilización de cargos -según los servicios de Protocolo también confirmaron su presencia alcaldes de la oposición- evidencia el poder territorial que Rus y su equipo ha logrado conquistar a golpe de trabajo orgánico y gracias a la indiscutible capacidad de influencia política que le da su cargo en la institución. El acto de ayer resulta significativo habida cuenta la cercanía de la confección de las listas. Rus está dispuesto a pelear por que su gente tenga más presencia en órganos e instituciones como las Corts o incluso la propia dirección regional. El evento, que culminó con un vino de honor, comenzó con la proyección de un vídeo donde se repasaron las iniciativasde la corporación, unas imagenes en sucesión que no excluyeron la polémica fiesta de disjokeys o las sociedades musicales.

"Somos oro de ley"

Aunque no hubo alusión directa a los casos de corrupción, a ellos parecía referirse cuando instó a los presentes a no agachar la cabeza ni tener vergüenza de decir "soy político". En su opinión el 99% de los políticos "somos gente normal" y en concreto, la de los pueblos "somos oro de ley".