La diputada autonómica de Esquerra Unida (EU) Marga Sanz dijo ayer que si hubiera una huelga en la Comunitat Valenciana contra la política de la Generalitat debería ser «indefinida», porque «está zarandeando las bases de la democracia» con «corrupción, oscurantismo» y medidas «antisociales».

Sanz formuló esta hipótesis tras responsabilizar el presidente del Consell a EU y a los partidos nacionalistas de la huelga general de mañana porque «han mantenido» al Ejecutivo socialista con sus apoyos en el Parlamento.

Según la diputada, Camps demuestra diariamente que «vive su propia realidad» ajena a los intereses de los ciudadanos, sin comprender que sus problemas «no son cosa de cuatro trajes», sino que se centran en una supuesta financiación irregular de su partido y en otras investigaciones judiciales como los llamados caso Brugal y caso Fabra.

«Usted resiste y manifiesta su incapacidad para solucionar los problemas de los ciudadanos, de la industria y de la agricultura», entre otros, lamentó Sanz.

«Se empeña en autoproclamarse candidato y da la espalda a la preocupación por la crisis y el paro», problemas que afronta con «una serie de medidas ya oídas y que incumple reiteradamente», añadió.

La realidad, según Sanz, es una Comunitat con «la cifra récord de 600.000 desempleados» y con una tasa de paro «superior en cuatro puntos a la media nacional», además de una «reducción del doce por ciento de los contratos indefinidos» y una tasa de actividad «once puntos por debajo de la media europea».

Aunque, señaló, «lo más fuerte está por venir», y todo debido a una «gestión financiera nefasta y éticamente reprobable», que se paga, de forma «absolutamente injusta» para los ciudadanos, con recortes en el gasto social y con la privatización de los servicios públicos.

«Descargan su insolvencia en el profesorado, en la sanidad, en la cultura y en los sectores más necesitados», remachó Marga Sanz.