La maniobra sorpresa de Antoni Asunción al presentarse a las primarias contra el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, era, según insinuó el propio protagonista, una inversión para tomar posiciones en el PSPV con vistas al día siguiente de las elecciones autonómicas. Por si acaso los resultados no le son proclives a los socialistas valencianos. Pero la operación tenía mayor alcance. El ex ministro -que se reunió con su amigo y titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, antes de anunciar su regreso a la arena política once años después- está impulsando una plataforma interna en el PSOE, con vocación de implantarse en el mayor número de federaciones y pretensión de ser una voz crítica con las políticas del actual gobierno de Zapatero.

El capital político inicial en el PSPV son los 2.926 avales que logró, insuficiente para medirse con Alarte y muy deteriorado por las graves acusaciones contra la comisión de garantías a la que acusó de pucherazo en el recuento.

Fuentes asuncionistas indicaron que no se trata de una corriente, al estilo de Izquierda Socialista, sino de una propuesta "federal y federalista que busca la hegemonía". Se quiere desenterrar y exportar el Movimiento por el Cambio (MPC) que aglutinó a asuncionistas, ciscaristas y partidarios de Joan Romero, aupado a la secretaría general del PSPV en julio de 1997. El entorno de Asunción señaló que éste ha mantenido contactos con Vicent Garcés, líder de Esquerra Socialista para tratar sobre un proyecto que será presentado el 7 de octubre en Silla. "El acento se pondrá en una propuesta social de reforma democrática",explicaron desde el equipo de Asunción. Listas electorales abiertas o primarias en el partido con participación de simpatizantes son algunas de las ideas que rescatará la plataforma.