El PP acogió ayer con preocupación el auto del TSJM que abre la puerta a otra investigación contra Camps, -además por delitos muchos más graves que el podría derivarse por el regalo de los trajes- y abre el melón de la posible financiación irregular del PP. Sin embargo, los populares se agarraron al hecho de que, de momento, no puede hablarse de nuevas imputaciones ni para Camps "ni para ningún aforado del PP valenciano", según fuentes de la dirección nacional. Es más, Génova subrayó el envío a Valencia obedece a "razones estrictamente territoriales" y "no entra en el fondo del asunto por competencia territorial", al tiempo que se les da la razón en que "los hechos no están probados". A su entender, la propia resolución admite que es "prematuro hablar de conexiones con los hechos que se vienen investigando". Es más, la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, expresó la "satisfacción" de los populares por "no hay nada en la Comunitat Valenciana" y "verdad se va imponiendo".

No lo ve igual la oposición que considera que se estrecha el cerco judicial contra Camps. Para el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, el auto supone el "fracaso" por parte del PP de "impedir" el desarrollo de la investigación del caso Gürtel y celebró que "afortunadamente la justicia ponga las cosas en su sitio".

Por su parte, la coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, lanzó una advertencia al TSJCV al que indicó que "ya no tiene excusa para demostrar que la justicia llega hasta el presidente de la Generalitat". Para Mònica Oltra, portavoz adjunta de Compromís, en cada acto judicial se va evidenciando que "el PP es el partido más corrupto de toda España".