El atolladero mundial al que han conducido unos especuladores desaprensivos de Wall Street y el fin de la burbuja inmobiliaria ofrecen el marco general, pero en la Comunitat Valenciana había signos, bastante anteriores al «crack» económico, que explican por qué la crisis es más profunda en tierras valencianas, hasta el extremo de hablar de «situación de emergencia». El modelo económico aplicado por los ejecutivos de Zaplana y Camps, volcado en los grandes eventos, la construcción y los servicios, y arrinconando la economía productiva, han «agravado» en Valencia una crisis cuya recuperación «será más tardía que en el resto de España». Es la preocupante tesis del ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, quien ayer pronunció una conferencia organizada por el Fòrum d´Electes Socialistes bajo el lema «La Comunitat Valenciana: El liderazgo perdido», en el Colegio Mayor Rector Peset de Valencia.

«Estamos en una situación de excepción y de alarma, no sólo por la crisis, sino porque en los últimos años se ha producido un rapidísimo descenso de la renta por habitante en la Comunitat», advirtió Lerma. Tan es así que es la autonomía «donde más ha caído la renta respecto a la media, al pasar de estar casi en el 97% —la media sería el 100%— a situarse por debajo del 90%». «Y ello, antes de que empezara a operar la crisis a finales de 2007». Frente al recurrente recurso al victimismo respecto al Gobierno, moneda corriente en el Consell, el senador alertó: «Hay causas objetivas en esta Comunitat, al margen de las cuestiones generales, que explican la situación y justifican una actuación rápida para revertir la situación».

Según explicó, a lo largo de estos años, mientras la evolución de la población ha superado la media española, el Producto Interior Bruto se ha estancado. «Nuestro PIB antes era el 9,7% del total, un peso similar al de la población; ahora tenemos casi el 11% de habitantes, pero seguimos en el 9,7% del PIB», explicó, para constatar: «En los últimos años nos hemos empobrecido». La causa no es el ladrillo. «La construcción supone el 13% del PIB, algo por encima de la media, lo que no justifica la caída. Lo que se ha producido es un descenso brutal de la industria valenciana, que antes era el 25% del PIB, superior a la media, y ahora es el 18%».

El problema se agudiza porque, alerta, «tenemos «el presupuesto por habitante más bajo de todas las autonomías, y con diferencia, más de veinte puntos por debajo de la media». Una equivocada política fiscal y el déficit en la financiación autonómica, «que el PP no ha sabido solventar», son algunas de las causas, según el ex ministro, que censuró el rechazo de los populares a incluir en la reforma del Estatuto de 2006 una cláusula para reclamar que la financiación per cápita llegara a la media y otra para blindar la inversión estatal.

«Degradación moral»

Para salir de este pozo, la C. Valenciana debe «recuperar el liderazgo». Y en dos frentes: «Hace falta una regeneración ética y un acuerdo social para hacer posible la mejora de la competitividad y la productividad», aseveró. «Hay que recuperar el prestigio moral de las instituciones valencianas», enfatizó el ex ministro, quien apostilló: «A las propuestas de la Generalitat no les hace caso nadie». Y no porque en Moncloa haya un Gobierno del PSOE. En la etapa del PP, la «primera degradación moral» de los poderes valencianos fue el «encumbramiento» de Zaplana, «alcalde de Benidorm gracias a un tránsfuga». Y así hasta ahora, con Camps y cargos del Consell y el PP implicados en el caso Gürtel.

La conclusión es «la falta de crédito» de las instituciones valencianas, clave para influir fuera y también «en la gente de cara a los esfuerzos que hay que hacer» para superar el bache. Para Lerma, es necesario «modificar la fiscalidad» y «pasar a una política de incentivar nuestra estructura productiva». Lerma quiso lanzar «una voz de alarma» para buscar una solución, algo que no se logrará, como hace el Consell, «despreciando a todos los ciudadanos, a la oposición, ni hablando simplemente del resultado electoral», ya que «el resultado electoral no justifica las malas cifras de la economía valenciana, ni justifica un paro tan elevado».

Alarte reivindica a Lerma y aspira a «la refundación de la Generalitat»

El líder del PSPV, Jorge Alarte, reivindicó la etapa de Lerma en la Generalitat entre 1983 y 1995, «la mejor época para la sociedad valenciana», ya que supuso, resaltó, la recuperación del autogobierno y la puesta en marcha del estado de bienestar valenciano. También hubo guiños a los referentes del lermismo, como cuando citó al alcalde de Morella, Joaquim Puig, para hacer suyo un objetivo expresado en ocasiones por Puig, el de «refundar la Generalitat». Una «refundación» basada en la regeneración democrática y en que la capacidad de autogobierno sea un instrumento para transformar la sociedad y no un parapeto de excesos como Gürtel.

A la charla, en una sala repleta, asistieron responsables y ex cargos socialistas como el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez; la secretaria provincial de Valencia, Carmen Martínez; o los ex consellers Bono y Doménech. Pero también voces del mundo sindical como ex líder de UGT-PV Rafael Recuenco; el actual responsable de organización del sindicato, Carlos Vila; y Luis Lozano, de FSP-UGT. A preguntas de los periodistas, Lerma dijo que con Alarte, «aplicando las política que los socialistas proponen, la posibilidad de recuperar el liderazgo perdido es real». Sobre las primarias, defendió que es «la mejor forma de elegir candidatos» e invitó al resto de partidos a aplicar este sistema.