Con el fantasma del recorte salarial flotando en el aire y el reconocimiento explícito de las deficientes instalaciones policiales en Valencia como telón de fondo, el jefe superior de Policía de Valencia, Antonio Moreno, sacó pecho y trató de convencer ayer a sus agentes, en los actos del Día de la Policía, de que su trabajo y su constancia son la clave para seguir contribuyendo al descenso de la criminalidad. El éxito de su arenga tendrá que esperar unos meses para ser contrastado.

Pero mientras, esa bajada de la criminalidad parece ser una realidad. En su discurso ante los policías nacionales, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, insistió, una vez más, en el incremento de agentes desde la llegada de Zapatero al poder y destacó la confirmación de la tendencia bajista de la delincuencia. Según Peralta, ese descenso ha sido de un 4,4% en la Comunitat Valenciana entre el 1 de julio de 2009 y el 30 de junio de este año. Más del doble que en el resto de España.

Moreno, por su parte, recordó que esa bajada, desde enero hasta hoy, ha sido del 8,43% en el ámbito de la policía nacional.

Los discursos pusieron el colofón a un acto centrado en condecorar a más de medio centenar de policías y representantes de otros cuerpos. La palma se la llevó la comisaría de Marítim con seis medallas que obedecen a los «espectaculares resultados» obtenidos el año pasado por esa plantilla en su lucha contra la delincuencia, en palabras de Moreno.