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La crisis por la que atraviesa la economía británica y las subvenciones que ofrece el gobierno turco a los tour operadores turísticos que trabajan en Turquía ha provocado que las reservas del turismo inglés hacia la Costa Blanca para al temporada baja (octubre-abril) hayan caído este año un 15%, lo que puede provocar el desvío de unos 150.000 turistas, según los informes que maneja la patronal hotelera.

Una coyuntura que ha encendido todas la alarmas en el sector turístico valenciano, marcado por la caída de la rentabilidad durante todo el año y para el que los visitantes británicos son básicos en el invierno. Máxime este año cuando, al margen de que no hay mercados alternativos, el ajuste económico decretado por el Gobierno central ha recortado en 200.000 las plazas del turismo subvencionadas por el Imserso.

Los empresarios intentan mantener la mayoría de los hoteles abiertos, pero en el arranque de la temporada baja sigue siendo una incógnita el número de establecimientos que tendrán que cerrar este año sus puertas durante el invierno en la Costa Blanca.

Un invierno "muy duro"

"Va ser un invierno muy duro como también lo fue el año pasado porque los ingleses son fundamentales durante estos meses. En invierno la gente que puede viajar es mayor y no tiene mucho dinero y en el caso de los posibles desvíos a Turquía ya que los precios son mucho más baratos, los costes también y los tour operadores encuentran allí una zona ideal para su negocio con los extras y, por ejemplo, las excursiones", subrayó ayer José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup.

Los hoteleros alicantinos son reacios, no obstante, a cerrar establecimientos. El ahorro de costes no palia en muchas ocasiones el gasto de tener cerrado un hotel y, sobre todo, el impacto negativo entre los clientes. En definitiva, la pérdida de prestigio, según apuntaron fuentes de la patronal.

En estos momentos, la incertidumbre se ha apoderado del sector hotelero de la Comunitat Valenciana, especialmente el de la Costa Blanca, a pesar de que en las últimas semanas se está generalizando un mercado que no existía y sirve para animar la ocupación los fines de semana. Grupos de españoles que llegan en autobús desde Valencia, Murcia o, por ejemplo, Albacete y llenan muchas plazas hasta el domingo a mediodía. A precios económicos, por supuesto.