El magistrado de la sala de lo Civil y Penal del TSJ de la Comunitat Valenciana, Juan Climent, a quien ha correspondido la querella presentada por el grupo popular en las Corts contra el síndic socialista, Ángel Luna, por la polémica de la reforma de su domicilio ha remitido un escrito a la Cámara para que le certifique la condición de aforado del socialista. Se trata de un trámite necesario para empezar a estudiar la querella con la que el PP pretende poner contra las cuerdas al socialista. Los populares sostienen en su denuncia que Luna pudo cometer un presunto delito de cohecho si se comprueba que el constructor Enrique Ortiz, quien recibió numerosas adjudicaciones del Ayuntamiento de Alicante cuando Luna era alcalde, asumió el coste de la reforma que el socialista hizo en su pido hace más de una década. Los populares decidieron ir a los tribunales aún a sabiendas de la dificultad de que prospere su iniciativa habida cuenta de que en aquel momento Luna estaba apartado de la vida política y, de haberse producido, el delito estaría prescrito.

La ofensiva judicial contra el síndic, quien los últimos años ha sido el principal azote del presidente Camps por su implicación en el caso Gürtel, suma y sigue. Según ha podido saber este diario de fuentes populares, el grupo de las Corts está preparando otra querella contra el portavoz socialista a cuenta de la filtración del informe judicial que desveló en la tribuna de las Corts antes de verano. Este asunto está siendo investigado por un juez de instrucción a raíz del escrito de denuncia que el PP presentó ante el juzgado de guardia. Los servicios jurídicos del PP están sopesando la opción de reconvertir la denuncia en querella. Tampoco se descarta completar las acciones legales en base a la acusación de que Luna no pidió licencia de obras para la reforma del piso.

Sobre este particular se refirió ayer Luna en los pasillos de las Corts. Aseguró que el artículo 15.2 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ampara su actuación porque recoge que no hace falta licencia de obra menor para según qué reparaciones dentro de una casa o según qué acondicionamientos y sólo si se tocan elementos estructurales. Luna calificó de "mentira" que durante las obras se unieran dos pisos. "Si se hubieran tomado la molestia de ir al registro de la propiedad comprobarían que el piso es lo que es desde hace más de 30 años y que no ha habido ninguna unión de pisos ni ha habido ningún cambio estructural ni mide 310 metros". Por tanto, "todo está construido sobre una falsedad".

Tras esto, el portavoz socialista subrayó que se ha pagado las obras de su casa "evidentemente". Por lo demás, "pueden seguir construyendo lo que quieran, me da igual", apostilló.