El Consell y el PP arremetieron ayer de nuevo contra el portavoz del PSPV en las Corts, Ángel Luna, por haber realizado reformas sin licencia en su piso en Alicante. La portavoz del Ejecutivo valenciano, Paula Sánchez de León, señaló que si Luna fuera honesto consigo mismo "debería entender que lo que ha ocurrido es suficiente para inhabilitarlo políticamente". "Luna -aseveró la consellera- ha perdido toda credibilidad y es irrecuperable" porque "se había convertido en el azote y en el adalid de la transparencia al exigir explicaciones a todos, pero, ahora "no ha sido capaz de explicar las circunstancias en que adquirió su vivienda ni la reforma".

Para la portavoz, Luna no ha aclarado por qué el constructor alicantino Enrique Ortiz pagó facturas por valor de 698.600 de las antiguas pesetas relativas a obras en la vivienda de su esposa en Alicante máxime cuando el empresario, resalta el PP, fue el principal adjudicatario de contratos en el Ayuntamiento de Alicante cuando Luna era alcalde de la ciudad. Pero los reproches del Ejecutivo van más allá al denunciar que el socialista hizo las obras sin pedir licencia.

El síndic socialista, que mantiene que pagó al empresario, admite que no solicitó licencia al Ayuntamiento de Alicante, pero se ampara en que según el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) vigente en aquel momento no era necesario realizar este trámite cuando se trataba de obras menores y según qué reparaciones y acondicionamientos. Los populares, sin embargo, sostienen la tesis de que la reforma fue mayor de lo que confiesa el socialista y se basan en la referencia catastral del inmueble que refiere una superficie construida de 310 metros cuadrados. Luna, sin embargo, sostiene que su vivienda mide unos 170 metros cuadrados y aclaró que los 310 metros cuadrados que aparecen en el documento oficial responden al coeficiente de participación de la finca, que incluye zonas comunes y elementos como, por ejemplo la casa del portero. Luna negó, por tanto, que uniera dos inmuebles e insistió en que las obras no afectaron a elementos estructurales.

Pese a estas matizaciones, el PP acusó ayer a Luna de "no decir la verdad". El secretario general del PPCV, Antonio Clemente, considera que el Plan de Ordenación Urbana de Alicante (PGOU) "exige la licencia de obra". En su opinión, Luna hizo una reforma "abundante" e "importante" en su casa, con la que "tiró tabiques y reformó un baño, entre otras cosas, y en la que trabajaron entre tres y cuatro personas entre noviembre de 1997 y febrero de 1998". En concreto, citó la norma 5.4 del PGOU de Alicante que "dice que cuando se modifican las condiciones de habitabilidad sí es necesario que exista una licencia". "Lo que este señor tiene que hacer es decir la verdad", reiteró.