Como un departamento más de la Consellería de Solidaridad y Ciudadanía. Así funcionaba la fundación Solidaria Entre Pueblos, la matriz del entramado de fundaciones y ONG que recibió más de 4.368.632 de euros en subvenciones para el tercer mundo y que dirigió hasta 1,4 millones de euros a empresas de la propiedad de sus dirigentes.

Según los documentos a los que ha tenido acceso Levante-EMV, la relación era tan estrecha que las organizaciones que eran tocadas por la varita mágica de Solidaria Entre Pueblos, previo consejo del personal de la Consellería de Solidaridad, acabaron recibiendo subvenciones y convenios de la Generalitat, en algunos casos otorgadas a dedo.

Ese fue el caso, por ejemplo, de la fundación del jugador del Villarreal CF, Marcos Senna, que lleva el mismo nombre. Una persona del gabinete del conseller Blasco recomendó en el mes de enero a la Fundación Solidaria Entre Pueblos que contactara con la de jugador brasileño. Meses después, en la presentación de los presupuestos de 2010, la Generalitat le otorgaba 200.000 euros de los proyectos de libre designación.

Y eso que la fundación Marcos Senna no tenía ninguna experiencia, puesto que se había constituido en noviembre de 2008, ni siquiera un año antes de que se le concediera la subvención. Eso sí, el conseller Rafael Blasco se volcó con esta entidad al 100%, con varias visitas y un reportaje televisivo emitido en los Informativos de Canal 9, la conocida como Noticia Solidaria, por la que paga al ente 100.000 euros al año. La foto con el jugador de moda del equipo amarillo en aquella época es un bien que el político que se precie no debía desestimar.

Pero desde la Conselleria de Solidaridad no sólo se recomendaban ONG, si no que también sugería con quién no se debía tener contactos. Según la documentación que obra en poder de este periódico, la Fundación Solidaria Entre Pueblos no contactó ni hizo nada por la Asociación Corazón Abierto y Asinav pese a "estar el proyecto preparado". Al parecer los primeros contactos no fueron muy fructíferos.

Otra recomendación realizada desde personal de confianza del conseller Blasco fue con la Federación de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (FASPS). En enero urgían a la Fundación Solidaria Entre Pueblos a que contactaran con esta organización porque era interesante, ya que tenían un proyecto de 16 viviendas en el Sahara.

Días después, la matriz de la trama generaba una factura proforma para la FASPS de 6.500 euros por la "Redacción del Informe de evaluación final de la implantación de un proyecto de 2ª Fase del Barrio de la Solidaridad. 16 viviendas". Desde la Consellería recordaban a su contacto en Solidaria Entre Pueblos que con esta federación "se podrían hacer cosas muy interesantes a medio y largo plazo".

Pero la relación fluida entre la Fundación Solidaria Entre Pueblos y su enlace en la Consellería de Solidaridad iba mucho más allá. No era extraño que esta persona se pasara por la oficina de la fundación en la calle San Vicente número 16 de Valencia.

Además, la marcha del trabajo de la matriz del entramado también preocupaba en el seno de la Conselleria. Tanto, que solicitaban a Entre Pueblos los listados de los proyectos e incluso les ayudaban a subsanar algún escrito. Una relación más que estrecha con una fundación supuestamente desligada del Consell.