El colapso económico de la Generalitat Valenciana y su imposibilidad para afrontar con normalidad el pago a los proveedores amenazan hasta la relación con sus colaboradores más estrechos. Incluso los que ponen la comida.

Este año, la empresa de suministros de comida del grupo Barrachina no ha sido la encargada de servir la recepción institucional a la que la Generalitat y la Diputación de Valencia invitan cada 9 d´Octubre. «No es que no quisiera, es que no he podido», explicaba ayer el empresario Jesús Barrachina.

Según sus palabras, el retraso en el pago de la Generalitat le obligaba cada año a adelantar de su propio bolsillo el sueldo al personal —«unos once o doce mil euros», apunta— hasta que tiempo después recibía el pago. Aproximadamente diez meses, en el caso del 9 d´Octubre de 2009. Y ese adelanto que el empresario podía asumir otros años, para esta edición era imposible: «Estoy pelado como todo el mundo», reconoce Barrachina.

Así, el que ha sido el encargado durante las últimas ediciones —seis o siete años, cita de memoria el propio empresario— este año ni se presentó al concurso. «Los ayuntamientos tardan en pagar y la Generalitat, más», asume Barrachina, pero la actual situación de crisis le impide acometer esa «financiación».

El empresario confía en poder volver a realizar este trabajo en próximas ediciones. Un servicio de aproximadamente 20.000 €.

La afabilidad en el trato de Barrachina y su cercanía con lo más granado de la sociedad valenciana merced a sus vínculos sociales en mundos como las Fallas o el Valencia CF —equipo del que fue directivo—, le mantienen desde hace décadas como hostelero de referencia en la ciudad de Valencia.

Varias concesiones públicas

Sus buenas relaciones alcanzan al Partido Popular, por su cercanía con Rita Barberá o Pedro Agramunt, el histórico dirigente del PP valenciano que milita en la falla Convento Jerusalén, de la que Barrachina es presidente. Actualmente, el empresario dispone de la concesión de algunos de los complejos más importantes de Valencia: el Alameda Palace (del Ayuntamiento de Valencia) y el restaurante Submarino, en l'Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències, concesión de la Generalitat Valenciana.

Del mismo modo, dispone de dos restaurantes en el interior del recinto de Feria Valencia, y ha sido proveedor de importantes eventos celebrados en el Palau de la Música, edificio del que también gestiona la cafetería.

Esa confianza en Barrachina, lógicamente, se traslada al partido. Los populares han encargado al Grupo Barrachina el servicio de comida y bebida en algunos de los últimos congresos, así como el suministro en actos de cierre de campaña.