Los Ches no eran Los Beatles, pero contribuyeron a la causa yeyé de romper caderas en plazas y fallas. Al contrario que Los Milos, cuyo vocalista Emilio Baldoví alcanzó la fama como Bruno Lomas, en Los Ches el talento estaba a los teclados. En ese cometido empezó Adolfo Soler Sempere su carrera en el mundo del espectáculo en cuatro de sus variantes: sobre el tablado, en los despachos como representante de artistas, de empleado en discográficas (Emi Music o Hispavox) y como político en Unión Valenciana y, después, en el Partido Social Demócrata (PSD), engendrado desde Alzira por el clan de los Blasco.

Soler Sempere ha representado a artistas como Juan Bau, Emilio Solo, Lucrecia, Sherezade y otros cantantes latinos para los que ha buscado los mejores focos. Paralelamente, el vicepresidente de la Fundación Entre Pueblos, la matriz del entramado de ONG subvencionado por Blasco, ha buscado sin éxito el cobijo de la sombra como administrador de firmas que se han visto envueltas en escándalos. Desde Lonerson Trade (se llevó en 2002 los centros de atención a mujeres maltratadas por 6,7 millones) hasta Dinamiz-e, consultora que ha facturado 519.329 euros al tinglado de cooperación.

Un contrato fijo en Alzira

Soler Sempere, como Augusto César Tauroni —administrador de GCS, que compartió sede, teléfono y personal con Lonerson— y su ex socio Bernardo Blasco, pasó por UV. El número dos de la trama sintonizaba con el sector de Héctor Villalba y Fermín Artagoitia. La asamblea de septiembre de 1999 que ganó Chiquillo frente al villalbista Carles Choví fue impugnada. Ahí empezó una quiebra interna definitiva que acabó con la carrera política de Soler en UV.

Ganó tiempo para cuidar sus relaciones con Tauroni, el hombre que aparece poco pero siempre está. Con la persona que lustros antes de presidir el colectivo de UV en Alzira pidió en balde, un 24 de septiembre de 1980, una plaza de delineante en el ayuntamiento. Desde el 1 de febrero de 1967 el consistorio de la Ribera venía contratando habitualmente a Tauroni por servicios externos de «delineación y planificación». Con GCS recibió varios contratos del Consell, desde 2001, por servicios de informática y de atención social, sola o en UTE, por casi 1,2 millones. Pero hay una parte del currículum empresarial del ex socio de Bernardo Blasco menos conocida y más estratosférica. Augusto César Tauroni es consejero de Air Service Management, una firma de «alquiler de aeronaves».

Se da la curiosa circunstancia de que una tercera persona del entramado de ONG y fundaciones, Alfonso Navarro Torres, también es hombre de altos vuelos. Piloto profesional y administrador único de Arcmed. Esta firma está en el escaparate por cobrar 420.997 euros a la Fundación Cyes y a otras ONG del entramado por asesoramiento.

Pero Arcmed tiene un segundo nicho de negocio que está en las antípodas del hambre: el alquiler de «aeronaves, barcos y coches de lujo». «Servicios privados por tierra, mar y aire» proclama en su web, en la que Alfonso Navarro aparece como «responsable de operaciones y recursos humanos» y con una inmaculada camisa con hombreras con galones de piloto. Tauroni vuela muy por encima de Adolfo Soler y Alfonso Navarro, cuyas empresas han engordado con dinero que procedía de las subvenciones de la conselleria de Blasco. Otra firma que también ha facturado 388.255 euros a las entidades que orbitan en torno a la Fundación Entre Pueblos, entre otras a la Agrupación Intercultural Hispano-Ecuatoguineana Ceiba, es Desfa, S. L. La presidenta de esa sociedad es la abogada Pilar Segura Crespo, una persona muy próxima a Tauroni, al que ha prestado servicios de asesoramiento jurídico. Es la auténtica arquitecta del grupo empresarial del delineante.

Citas con mucho mensaje

El consejero delegado de Desfa es Joaquín Blasco López, un gestor con buenas relaciones con Adolfo Soler, con Alfonso Navarro Torres y con Augusto César Tauroni. Joaquín Blasco es un asesor de perfil medio, discreto y seguro. Como el resto, es una de esas personas conscientes de que «nuestra riqueza depende de lo caro que consigamos vender nuestro tiempo». Porque «el tiempo es el más precioso de los bienes; su pérdida, la mayor de las prodigalidades». Las dos citas están colgadas en la web de Arcmed. La primera se atribuye a un «autor desconocido» y la segunda, a Benjamin Franklin. En ambos casos podría decirse que la consultora predica con el ejemplo.

Paseos exclusivos para ricos y famosos en la Copa del América

En la avenida de les Corts Valencianes, en el 41, está radicada una firma, Gestiones e Iniciativas Arcmed, que igual se dedica a asesorar a ONG en proyectos para el Tercer Mundo que a alquilar limusinas de 9 metros de eslora, barcos o avionetas para gente guapa. En su web hubo un apartado para eventos como la Copa del América, en los que se acentuó la «exclusividad y la atención cuidada» en el servicio. Lo más de lo más es el «combinado» de aerotaxi a Baleares, donde «una de nuestras limusinas le recogerá en el hotel para llevarle a uno de nuestros barcos para mostrarle la belleza de un entorno de ensueño». Y se puede disfrutar «en intimidad, con amigos» y hasta con «la familia». Porque «cada uno disfruta de la vida a su manera». La empresa del piloto Alfonso Navarro Torres vendía de esta forma su rama de negocio más hedonista. Para la gente guapa del Primer Mundo. f. a. valencia