La polémica entre territorios está servida. El consorcio que gestiona los residuos de la zona norte de Castelló acordó ayer trasladar provisionalmente sus basuras desde Benicarló «una planta autorizada en la Comunitat», hasta que entren funcionamiento las instalaciones de Cervera. El director general de la Conselleria de Medio Ambiente Jorge Lamparero desveló a este diario que la opción preferente es Xixona.

«La planta tiene capacidad suficiente para albergar los residuos», afirmó Lamparero, quien se mostró convencido de que el municipio receptor aceptará la propuesta. «El Ayuntamiento de Xixona ha manifestado una postura de oposición razonable, pero estoy convencido de que no va a poner ninguna pega siempre que se cumpla una premisa: que la planta no reciba más residuos de los que tiene autorizados», explicó.

Además, señaló Lamparero que la propuesta de trasladar las basuras del norte de Castelló a Tarragona «no tiene ningún sentido. «En la Comunitat disponemos de instalaciones suficientes», sostuvo.

La empresa pública Vaersa construirá una planta de transferencia en Benicarló, que podría estar operativa a mitad de diciembre, y desde allí se enviarán los desechos a Xixona.

Mientras tanto, el alcalde de Xixona, Ferran Josep Verdú, advirtió que pondrá en marcha «todos los mecanismos legales porque Xixona no tiene por qué pagar la ineficacia del Consell en materia de residuos. Dudo de que sea legal que la planta de una zona tenga que acoger las basuras de otra».

«Me sorprende la decisión porque construir una planta de transferencia y luego trasladar los residuos a más de 300 kilómetros supondrá un coste económico importante», relató.