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Un magistrado de lo Penal de Valencia ha impuesto sendas penas de seis meses de prisión a dos acusados de hacer trampas en un examen de la Conselleria de Transportes. Uno de los condenados se hizo pasar por el otro en la prueba y fue sorprendido con un pinganillo inalámbrico. Uno de los dos imputados recurrió la sentencia ante la Audiencia de Valencia, que acaba de ratificar la condena.

Los hechos, que han transcendido públicamente ahora, ocurrieron el 22 de noviembre de 2008 en el examen para la obtención de la certificación de capacitación profesional para la actividad de transportista que convoca la Conselleria de Infraestructuras. Uno de los condenados se presentó en la prueba haciéndose pasar por el otro y exhibió un carné manipulado. Un inspector de la Policía Local de Valencia que colaboraba con la conselleria en funciones de vigilancia detectó el fraude y detuvo al sospechoso. El agente comprobó que el sospechoso tenía un teléfono móvil, unos auriculares de interconexión y el pinganillo inalámbrico.

El magistrado de lo Penal que juzgó el caso impuso a los dos acusados sendas penas de seis meses por un delito de falsedad documental. Uno de los procesados recurrió a la Audiencia con la excusa de que había enviado su documentación a una empresa que organizaba cursos e insistió en que no se explicaba por qué otra persona se presentó por él. Sin embargo, la Audiencia ha rechazado el recurso al considerar que la explicación es falsa.