La economía del PSPV es precaria y se impone soltar lastre de nóminas. De hecho, en los últimos meses se han producido algunos despidos entre el personal que trabaja en la sede central de la calle Blanquerías. Hasta ahí, la versión que desde la ejecutiva ofrecen sobre la decisión de destituir a Vicent Vercher como asesor de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). La crisis explica la baja, pero no el nombre de la baja. Para entender lo segundo hay que recordar el apoyo del ex alcalde de l'Alcúdia de Crespins a Antoni Asunción en sus pretensiones de enfrentarse a Alarte en primarias. La edad, acaba de cumplir los 60, tampoco ha ayudado a Vercher a salvarse de la quema, según diversas fuentes.

Quien tiene todos los números para convertirse en sustituto de Vercher como asesor en la FVMP es, según fuentes del entorno del líder del partido, Carlos Fernández Bielsa. El secretario general de los socialistas de Mislata fue coordinador de la campaña de recogida de avales a favor de Jorge Alarte, que le valió a éste ser el candidato con más firmas de militantes en todo el universo PSOE.

Fernández Bielsa trabaja actualmente en la sede a sueldo del partido. De esta forma, el PSPV pretende quitarse un salario de encima y cargarlo a la institución municipalista. Vercher ha estado ejerciendo también de hecho en la sede de Blanquerías en el área de política municipal, a las órdenes del secretario responsable de esa materia, Josep Maria Àngel. El alcalde de l'Eliana está muy satisfecho con la labor de Vicent Vercher en un espacio, la política municipal, en el que el hasta ahora asesor de la FVMP tiene acreditados conocimientos. De hecho, el ex alcalde de l'Alcúdia de Crespins y amigo de Àngel desde hace treinta años colaborará en la elaboración del programa electoral de los socialistas en política municipal.

La destitución de Vercher no será la última, según explicaron desde el partido. La economía del PSPV sigue siendo precaria a pesar del crédito que les concedió el Banco de Valencia. Las donaciones, con la nueva ley que obliga a identificarse con nombre y DNI, son ínfimas. En estas circunstancias, la reestructuración laboral en el número 4 de la calle Blanquerías se ha impuesto. Y unos tienen, como suele ocurrir, más acceso a la puerta de salida que otros.