La Estación de Atocha de alta velocidad sí que tendrá un tapiz rodante como el que ha sido descartado para unir la Estación del Norte y la Estación Joaquín Sorolla de Valencia. El de Madrid recorrerá un pasillo interior entre la pasarela de llegadas y un nuevo vestíbulo. La idea del tapiz rodante para las estaciones de Valencia fue desterrada ayer por el primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, que apuntó que el trayecto de unos 1.000 metros entre la estación Joaquín Sorolla y la del Norte se hará en autobuses lanzadera. Renfe se hará cargo de este servicio -gratuito- por tratarse de transporte interno.

La instalación de un tapiz rodante (que han reclamado comerciantes y el presidente de la CEV, José Vicente González) se ha descartado porque técnicamente no es viable una instalación así a la intemperie. Además, obligaría a acometer una compleja obra de reurbanización en la acera de la calle Bailén. El tapiz rodante supone una importante inversión que no se considera rentable porque sólo el 15% de viajeros hará transbordo.

El ministro de Fomento, José Blanco, visitó ayer las obras de ampliación de la Estación de Atocha, centro neurálgico de todas las líneas de alta velocidad, que pasará de los 16 millones de viajeros actuales a 35 millones en 2025, tras una inversión total de 500 millones de euros. La remodelación no estará completamente acabada para cuando llegue el AVE de Valencia en diciembre, "aunque la estación estará preparada para los nuevos viajeros" según aclararon desde Fomento. La previsión era completar la ampliación de Atocha para 2012, con la apertura del AVE a Alicante. Fomento también ha comenzado el túnel para los AVE entre Atocha y Chamartín que permitirá a trenes de Valencia viajar hacia el norte.