La dirección del hospital La Fe ha ordenado que se cierren durante dos meses las agendas de las consultas de las especialidades de adultos para no dar nuevas citas y facilitar así el traslado al nuevo centro de la Carrera de Malilla, que comenzará a ejecutarse a finales de noviembre, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes próximas al centro.

Al tiempo que se cursaba la orden de bloquear las agendas, se habilitaba un procedimiento para derivar a urgencias a los pacientes cuya situación requiera una atención inmediata.

El cierre de las agendas afecta prácticamente a todo el cuerpo de especialistas que se suelen turnar en la asistencia a los pacientes. "Todos los médicos de un servicio hacen consultas externas y hospitalización de forma simultánea", precisaba un médico del centro

El traslado se realizará de forma muy progresiva. Habida cuenta de la cantidad de historias clínicas abiertas que hay en las consultas externas -hay especialidades que atienden a pacientes de toda la C. Valenciana-, la mudanza se va a centrar en una primea fase en los enfermos que tienen un proceso abierto, mientras que los crónicos van a ser derivados a otros hospitales de referencia.

Tras finalizar el traslado de las consultas externas que se prolongará hasta finales de año o principios de enero, se abordará la segunda parte de la mudanza que afecta al área de hospitalización y sus correspondientes salas, que comenzará a ejecutarse a partir de la primera semana de enero.

Asimismo, el hospital ha comenzado a formar a grupos de profesionales que a principios de noviembre se trasladarán al nuevo centro para habilitar los espacios donde se ubicarán las 200 consultas externas del nuevo centro.

La consellería preve que el traslado a las nuevas instalaciones sanitarias se realice en un plazo máximo de tres a cuatro meses para que la inauguración oficial se realice a finales de febrero o marzo.

Los últimos servicios que se trasladarán serán los más peliagudos: la cirugía de alta especialización, UCI y trasplantes.

Por otra parte, pacientes que estaban adscritos al hospital La Fe y que pasaron a depender del nuevo hospital de Manises han comenzado a tropezar con numerosas trabas al acogerse a su derecho de libre elección de médico y de hospital y solicitar nuevamente ser atendidos por los especialistas de La Fe.

La idea es crear una carrera de obstáculos para que Manises no pierda pacientes y La Fe no se vea presionada en atenderlos. El primer escollo es obligarles a presentar la solicitud en el SAIP de Manises que está en el hospital Militar. Una vez aprobado el traslado, tienen que volver a solicitarlo en La Fe para que el hospital de su visto bueno, lo que alarga innecesariamente la asistencia.