Las organizaciones implicadas en un presunta red de fundaciones y ONG que desvía supuestamente dinero de la cooperación a empresas afines se juntaron ayer bajo el paraguas de la Fedacod (Federación de Asociaciones para el Codesarrollo) para explicar los proyectos que han desarrollado con subvenciones de la Generalitat. Luci Polo, la secretaria de la federación fue quien inició la defensa de las cinco organizaciones involucradas preguntándose si "el objetivo de estas denuncias no es otro que cambiar el rumbo de las políticas de cooperación que desarrollan las administraciones públicas, que se han abierto a que pequeñas organizaciones trabajen para mejorar la situación de los más desfavorecidos". Polo también cuestionó si "estas denuncias sólo buscan favorecer a las grandes multinacionales".

En el acto, que se celebró en el Colegio Mayor Albalat con la asistencia de unas 40 personas de diferentes ONG, la Fundación Solidaria Entre Pueblos, Agrupación Ceiba, Esperanza sin Fronteras, Asade África y Fudersa explicaron la situación de sus diferentes proyectos y lamentaron ser "daños colatelares" de una batalla política. El primero en presentar sus proyectos fue el periodista Fernando Darder, presidente de Esperanza sin Fronteras. Darder aseguró que "es deplorable que tengamos que dar justificaciones ya que somos una salpicadura bilateral de un ataque político". "Gracias a Solidaria Entre Pueblos y a su gestión hemos podido llegar a las ayudas de la Generalitat", explicó.

Otra de las ONG implicadas en la red, Asade África, en boca de su presidenta, Christine Bernardette, tildó las diferentes informaciones de "difamaciones a los proyectos para la ayuda de los pobres de África". "Si hemos podido acceder a estos proyectos es gracias a la confianza de la Conselleria en nosotros", aseveró.

Por su parte, Apolonio Mba, presidente de la Agrupación Ceiba, también lamentó "tener que explicar aquí nuestra labor de ayuda a los más desfavorecidos". Mba agradeció el apoyo de la Fundación Solidaria Entre Pueblos porque "nos han facilitado mucho el trabajo".

Rafael Barrera Cuquerella, presidente de Fudersa, consideró que "todo es una provocación de quienes carecen de ética" y se mostró esperanzado en que "la sociedad valenciana siga dando su confianza para seguir trabajando".

Las cuatro ONG mostraron imágenes del desarrollo de sus proyectos en sus respectivos países, aunque no explicaron nada sobre las empresas con las que contrataron, casi todas de personas vinculadas a la Fundación Solidaria Entre Pueblos, quien les redactó los proyectos y les imputó las facturas y facturas pro forma. Fue el representante de la matriz de la trama el último en hablar. No acudió ningún cargo a explicar el proyecto y fue un voluntario, Carlos de Benito, quien justificó que su tarea "es la de asesorar a ONG pequeñas".