Enamorado de la historia, es licenciado en Arqueología e Historia del Arte, Vicent Artur Moreno nació en Valencia en el año del "Al vent" de Raimón y del "Blowing in the wind" de Dylan. Tal vez por eso continúa preguntándole al viento. Fruto de este interrogatorio es "Una altra història", un libro en que, con mucho humor e ironía, presenta la historia de la Comunitat Valenciana en forma de pastillas contra la ignorancia.

¿Cómo puede ser nuestra historia un medicamento?

Opté por hacer un "libro-medicamento" porque hay mucha gente que no sabe que padece una enfermedad que es el desconocimiento de si mismo. Muchos ignoran que antes que ellos por aquí han pasado muchas culturas, yo diría que como en una gran superficie comercial en un día de rebajas: algunas a toda prisa, muchas se han quedado pero otras apenas las hemos olido. Mi deseo es explicar algunos hechos que han hecho que esta sociedad sea como es.

¿Por qué recomienda tomar estas pastillas de historia?

He intentado transformar este libro en una caja de píldoras porque pienso que hay gente a la que puede venir bien para sentirse más fuerte, más consciente y crítica. Así, cada capítulo es una píldora. Entonces, si el lector esta enfermo de un pasado ancestral tendrá tendencia a leer los primeros capítulos, que hablan de lo que ocurría aquí antes de que existiera la Humanidad, pero si estás enfermo de Edad Media, y dices ¿Que ocurría aquí que no me entero de nada? ¿Había cuatro o tres lenguas? hay una serie de píldoras que te ayudan a "curarte" de ese mal.

¿Y tan malos estamos?

Somos una sociedad lobotomizada, en la que un ciudadano modelo no sabe que hay un trozo de la luna que se llama Munyós por culpa de un valenciano, no sabe que entre catalanes y valencianos recuperamos uno de los conjuntos palentológicos más importantes del mundo, no saben que el Mediterráneo era un mar y no un muro, ignoran que en la batalla de Saratoga -la victoria que decantó la Guerra de la Independencia norteamericana a favor de EE UU-, George Washington llevaba una chaqueta de un tejido hecho en Alcoi.

Y en más de 2.000 años habrá muchas píldoras amargas...

Una de las más amargas, incluso contraindicada es la que protagonizó el general austracista Das Minas la noche del 24 de abril de 1707. Era la noche anterior a una gran batalla y quería acostarse con su prostituta preferida. Como ya estaba un poco mayor y la viagra, evidentemente no existía, no pudo hacer el amor de una forma satisfactoria. Seguramente eso hizo que en la madrugada del 25 de abril de 1707, las tropas de Carlos de Austria se desplegaran de un forma desastrosa. El general Das Minas dirigirá de una manera equivocada aquel movimiento y aquel día perdimos la posibilidad de ser alguna cosa fuerte en el concierto europeo de la realidad de la historia contemporánea.

¿O sea que el sexo ha marcado nuestro devenir histórico?

Evidentemente el sexo es lo que más nos mueve a los humanos, porque son las ganas de perdurar y eso lo tenemos muy enraizado en el ADN. Y en el Mediterráneo aún más, basta con recordar aquello de "a la taula y el llit, al primer crit" o "dels pecats del piu Déu se'n riu".

Pecados de los que no se libra ni el fundador del Reino de Valencia, al que presenta en el libro como "una mezcla de Napoleón, George Clooney i Rocco Sifreddi", el mítico actor de cine porno.

Eso es una concensión para que la gente pueda abrir más o menos los ojos. También me he permitido en esta obra utilizar el humor, porque el humor no sólo abre las bocas sino también las conciencias. Jaume I fue una especie de "rotovator" del amor. Tuvo muchos hijos, 9 oficiales, y seguramente, más de 20 no reconocidos. Muchos de nuestros reyes han tenido una gran intensidad amorosa, porque es también una manera muy vital de sentirse vivo. Jaume I era muy potente en la vida y el amor, pero no hay que olvidar a su nieto Jaume II, el primer rey de la Corona de Aragón que nace a Valencia, no le iba a la zaga. De él una leyenda contaba que en algunos atardeceres, a Mallorca, se veían luces en el mar y los pescadores decían que eran los hijos que había tenido Jaume II que estaban buscando a su padre. Son esas historias que no sabes exactamente que hay de de verdad o de mito, pero algo debería de haber.

¿Estas pastillas de historia también tienen efectos secundarios?

Sí, si se abusa sí. Recomiendo la "ingesta" de capítulo a capítulo. Una lectura reposada. Es un libro basicamente de pequeños hechos históricos que ayudan a entender una sociedad. Así, si se leen más de dos capítulos de una sentada es posible que no te sienten nada bien, porque puede ser que se convierta en esa película complicada de la que te da vergüenza decir al otro que no has entendido nada.

Hechos tan mínimos como que por tan sólo 48 horas no seamos nacionalidad histórica.

En la II República comenzaron a declararse estatutos de autonomías. En aquel ambiente todos los ayuntamientos de Valencia y los políticos se pusieron de acuerdo para proclamar el que iba a ser el futuro Estatuto de Autonomía, pero dos días después estallo la Guerra Civil, con lo que aquello de declarar un País Valenciano dentro de Iberia, quedo en nada. Se aparcó un estatuto que de no ser por la guerra se habría aprobado en 1937 o 1938, como si promulgaron Cataluña y Galicia, con lo que por 48 horas no somos nacionalidad histórica.