"Estar enfermo no es sinónimo de necesitar la baja laboral porque una enfermedad puede ser incapacitante para un trabajo pero no para otro". Y bajo este supuesto, Juan Francisco Tosca, jefe de servicio de la inspección sanitaria de la Conselleria de Sanidad, explica que, por ejemplo, un problema de agudeza visual puede afectar la tarea de un microcirujano pero no la de un médico de familia por lo que el primero sí tendrá que ausentarse del trabajo pero no el segundo.

El abordaje de la incapacidad laboral fue uno de los temas que ayer se debatió en el IV Congreso Nacional de Inspección de Servicios Sanitarios que reúne en Valencia a varios centenares de profesionales, cuya obligación es fiscalizar la idoneidad de las ausencias laborales.

Pero en estos tiempos de sequía de puestos de trabajo, las bajas laborales también se resienten. "Están bajando tanto en número como en duración", expresa Tosca que sostiene el hecho con dos razones. El primer escenario es la recesión económica: "la gente se resiste a estar de baja laboral por miedo a las repercusiones laborales que puede tener". El telón de fondo de la segunda alude a las medidas que la inspección ha puesto en marcha para encarar la picaresca, lo que antaño se denominaba "absentistas profesionales".

El descenso de las bajas laborales lo reflejan los últimos datos del índice de ocupación, que son los días laborales que se pierden por incapacidad laboral de cada cien teóricas jornadas trabajadas.

La realidad muestra que en junio del año pasado este índice en la Comunitat Valenciana era del 3,22%, mientras que este año se ha reducido al 2,84%.

En las causas más frecuentes de baja laboral, los inspectores han observado un aumento de las que son de orden psicológico como ansiedad o depresión que han aumento cuatro puntos, según indicó Javier Marco que hoy moderará una mesa redonda en la que participa el Secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granados.

No obstante, los problemas de espalda y los osteoarticulares lideran el listado de las causas más frecuentes.

En contraposición a la reducción del número de bajas, se ha observado un aumento de los días de duración de las ausencias"porque ahora es que está de baja está enfermo de verdad", precisa Tosca.

Los empleados sanitarios duplican los partes de ILT

El sector sanitario es el que más bajas genera, concretamente las ausencias laborales duplican las de la población general. El conocimiento de la enfermedad y la facilidad de acceso a los partes de incapacidad laboral transitori (ILT) dispara el número de incidentes, aunque en esencia la patología es la misma. El índice de ausencia por grupos revela que a menor cualificación, más días laborales perdidos por enfermedad. Mientras que los del grupo A tienen un índice de ausencia del 2,80%, el grupo E tiene un 8,52%. La duración de la baja también se correlaciona.

Por otra parte, uno de los objetivos que contemplan los inspectores sanitarios es que los médicos de familia interioricen que el parte de incapacidad laboral que expiden tiene una finalidad curativa, que no es un trámite burocrático como muchos sostienen.