La Policía cree que Margarita de la Vega, esposa del presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, pudo aprovechar su posición para realizar viajes privados cuyo coste habría corrido a cargo de la institución que dirige su marido.

Los informes policiales señalan una estancia de De la Vega en Madrid junto a una amiga, en el hotel Selenza, uno de los más exclusivos. En las conversaciones captadas por la Policía, la esposa de Ripoll habla en varias ocasiones con Manuel Jiménez, uno de los hombres de confianza del presidente provincial, acerca de la estancia en el hotel y de la forma de pago. "No te preocupes -señala Jiménez-, lo ingreso y ya lo justifico yo de la otra manera". De la Vega también le había pedido a Jiménez que le hiciera una reserva en un conocido restaurante de Madrid.

En otra de las llamadas, la Policía deja constancia de que el citado Jiménez le aclara a De la Vega que va a dejar en la Diputación un bono, por lo que tiene que "despreocuparse" de los gastos que genere su viaje a Madrid.

El informe policial hace referencia también a un viaje a Nueva York de toda la familia Ripoll, realizado en enero pasado, en el que el presidente, su esposa y sus cuatro hijos habrían volado en primera clase. Costó 6.100 euros. También constatan los investigadores la compra por parte de De la Vega, durante una estancia en París, de un abrigo de visón, valorado en 2.100 euros, adquisición para la que pidió previamente permiso a su marido. Igualmente, hace referencia el informe a un reloj Frank Muller, así como a llamadas a la Diputación para que se le reservara "un restaurante de categoría" en París o se hiciera otra reserva en la ostrería propiedad del actor Gerard Depardieu. El informe señala que la familia dispone de dos empleados de servicio y un jardinero, aunque no a tiempo completo.

También recoge una llamada en la que Ripoll habla con un pintor local de la posibilidad de comprar un cuadro de otro artista, valorado en 53.000 euros. En cuanto a los vehículos, los investigadores señalan la compra de un BMW valorado en 50.000 euros, de los que Ripoll pagó en efectivo 25.000, entregó un pagaré a un año de otros siete mil y aplazó otros tres años el abono de la cantidad restante.