El proyecto de los presupuestos de la Generalitat ha puesto de nuevo en evidencia la escasa influencia que ejerce Carlos Fabra sobre el gobierno valenciano. Ayer convocó una reunión para tratar de subsanar la estrepitosa caída de la inversión del Consell. Citó en el palacio provincial al alcalde de la capital y coordinador regional del PP, Alberto Fabra, y a los consellers castellonenses Vicente Rambla y Manuel Cervera, aprovechando la visita de estos dos últimos a la ciudad. Fabra pidió una modificación del presupuesto que suavice el desplome inversor.

Como recogió este diario, la inversión de la Generalitat en Castelló se situará el año viene en el nivel más bajo de la era Camps. El gobierno valenciano prevé destinar en 2011 a la provincia 72,3 millones de euros, 32 millones menos que en 2010. Carlos Fabra manifestó hace unos días su "decepción" por estas cifras. Criticó la desaparición de partidas necesarias para poner en marcha proyectos pendientes en la provincia. Más moderado se mostró Alberto Fabra, que tuvo que hacer equilibrismos por su triple condición de alcalde, diputado autonómico y coordinador regional del PP. Durante la reunión, entre otras cosas, hablaron de carreteras, del aeropuerto y del Hospital Provincial. Sin embargo, ninguno de los asistentes a la reunión de ayer es el responsable de las cuentas autonómicas, cuya confección corresponde al conseller de Economía y Hacienda y vicepresidente segundo, Gerardo Camps, con quien Fabra mantiene una tensa relación. El año pasado, en la presentación de los presupuestos de 2010, Gerardo Camps anunció la disolución de la sociedad Mundo Ilusión, promotora el parque de ocio. Fabra intervino y amenazó con un "enfrentamiento personal" si suprimía la empresa- Al cabo de unos meses, cuando Fabra estaba de baja médica, el Consell finiquitó Mundo Ilusión.

Por su parte, el secretario general del PSPV de Castelló, Francesc Colomer, remitirá una carta al alcalde de la capital de la Plana, Alberto Fabra, para propiciar un encuentro en el que se puedan "dejar a un lado las diferencias políticas y reclamar conjuntamente al mayores inversiones.