En un discurso de media hora pronunciado íntegramente en valenciano -leído, pero con un acento más que aceptable-, el ex lehandakari Juan José Ibarretxe apeló ayer en Valencia a la legitimidad del independentismo valenciano que tenga como fin lograr un futuro mejor para sus ciudadanos. "Querer el autogobierno para vivir mejor -dijo Ibarretxe-, para alcanzar un proyecto legítimo que vaya ligado a la consecución de un desarrollo humano sostenible, es también válido para el País Valencià". Porque, a los pueblos, "el futuro nos pertence". Así lo dijo Ibarretxe y así, El futuro nos pertenece, se llama el libro de memorias políticas del ex lehendakari -escrito por el periodista Koldo Ordozgoiti- que presentó el político del PNV en el Centre Cultural La Petxina.

Como sabía dónde estaba y quién lo invitaba -la Fundació Valencianista i Demòcrata Josep Lluís Blasco, con la plana mayor del Bloc presente- , no fue el único guiño local. Ibarretxe también hurgó en lo más hondo de la sensibilidad valencianista al recordar la similitud entre la pérdida de fueros e independencia política de ambos pueblos. "El conflicto vasco -defendió Ibarretxe- tiene su origen en el siglo XIX, cuando el Estado español, tras dos guerras dinásticas, decidió por la fuerza romper unilateralmente un régimen de relación con los territorios vascos, basado en el respeto a los derechos históricos del pueblo vasco y en la libre asociación. Aquest va ser el nostre Almansa!", remarcó, con una media sonrisa dirigida al auditorio.

Pero su mensaje no se centró en el -si es que existe- conflicto valenciano. Ibarretxe apuntó las bases por las que pasa la solución del contencioso vasco. "En el siglo XXI, es preciso resolver este conflicto político de relación entre Euskadi y el Estado español mediante el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de la capacidad del pueblo vasco para decidir su propio futuro". Ése es el marco general. La letra pequeña de Ibarretxe es más clara. "Ni ETA ni el Gobierno español pueden decidir el futuro de la sociedad vasca en negociaciones secretas. Lo decidiremos libremente los vascos", concluyó.

Además, el ex lehendakari apostó por que una declaración de ETA del fin de la violencia ha de ser "previa a cualquier escenario de final dialogado". Ibarretxe auguró que el nuevo escenario para el derecho internacional que abre la independencia de Kosovo y la ruptura del "tabú" sobre el modelo de Estado en España hace que "el pueblo vasco esté delante de su oportunidad, y ha de saber aprovecharla". Pueblo vasco, dijo. Ahí sí que ya no cupieron ni guiños ni gestos al valencianismo.

Basagoiti: "Camps es absolutamente honesto"

Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco y uno de los dirigentes populares más críticos en su día con el caso Gürtel y las imputaciones de políticos valencianos, aseguró ayer en Valencia que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, es una persona "absolutamente honesta" a la que "no se le puede meter en ese paquete de políticos que se han beneficiado de la actividad pública".

Antes de pronunciar una conferencia sobre "La necesidad del cambio en el País Vasco" en la Facultat de Dret de la Universitat de València, Basagoiti tiró del manual preelectoral y respondió a la prensa que la política de Camps "es tan adecuada como que somos un partido al que cada vez nos respaldan más ciudadanos en esta comunidad autónoma; por lo tanto, blanco y en botella". Más aún: preguntado por si seguiría la misma forma de gobernar de Camps en caso de estar en el palacio de Ajuria Enea, Basagoiti respondió: "No sé lo que haría, pero seguramente lo haría por el éxito que se ha demostrado en esta comunidad".

Más duro fue con el PSOE. Basagoiti afirmó: "si ahora se sabe quién es la X [de los GAL], hagamos una regla de tres para saber quién era la Y, porque a lo mejor está en el mismo puesto que estaba cuando estaba [gobernando] la X (...) y está en este gobierno todavía". No lo mentó, pero ese hombre sería el ministro Rubalcaba. p. cerdà valencia