El informe elaborado por la Agencia Tributaria, a petición del juez José Flors, sobre la documentación contable aportada por Milano y Forever Young al objeto de aclarar quién pagó los trajes del presidente Francisco Camps aporta más sombras que luces. El documento revela, según ha podido constatar este diario, que ni siquiera es posible probar "la confección de prenda alguna a nombre de Francisco Camps". Los peritos de Hacienda llegan a certificar que no hay "justificación documental en la causa que permita pronunciarse" sobre los encargos a nombre del jefe del Consell.

De la revisión de la contabilidad se concluye, además, que las facturas no se corresponden "en cuanto a su concepto" con las ventas reales. Se incluyen "conceptos genéricos" y en ningún caso, según este dictamen, se recogen "detalles de los tickets o recibos de venta emitidos". Ya en el primer auto del juez Garzón se hablaba de la inclusión de "metros de tela" para camuflar los trajes que, según este magistrado, fueron pagados por tres empresas de la trama -Orange Market, Diseño Asimétrico y Servimadrid Integral- al presidente Francisco Camps.

Sin embargo, la Agencia Tributaria no llega a este extremo y apunta la imposibilidad de saber quién pagó en efectivo. Si Camps, como sostiene el jefe del Consell, o dirigentes de la trama, como apuntó, por ejemplo, el sastre José Tomás. Por lo que respecta a los abonos en efectivo en tienda "con la documentación aportada no pueden ser identificadas las personas que realizaron dichos pagos". En la contabilidad analizada no consta que ese pago en efectivo "haya sido realizado por las entidades Orange Market, Servimadrid Integral o Diseño Asimétrico", advierte el informe pericial de Hacienda.

Dudan del manuscrito de Crespo

Los peritos de la Agencia Tributaria que han elaborado el dictamen por encargo del magistrado del TSJ instructor de la causa, llegan incluso a expresar sus dudas sobre "la realidad de las facturas" después de subrayar la "falta de consignación de dichas facturas por parte de las entidades vendedoras en la declaración anual de operaciones con terceras personas". En otras palabras, sospechan de que se trate de "facturas falsas".

El dictamen de Hacienda alberga también "dudas razonables" sobre la "veracidad" del manuscrito dirigido a Pablo Crespo, número dos de la trama, que recogía las cantidades que adeudaba la empresa en el que constaba supuestamente el nombre de Francisco Camps.