El 11 de abril de 1993 el joven Guillem Agulló fue asesinado a manos de un grupo de neonazis. Su padre lamenta que tras casi 18 años de la muerte de su hijo todavía tenga que ver crímenes de este estilo en la C. Valenciana.

¿Hay xenofobia en Valencia?

No sé que está pasando pero se está agudizando la xenofobia. La impunidad continúa en nuestro territorio y las víctimas continúan desamparadas. El único apoyo son los amigos.

¿Comenta que el dolor a usted lo ha fortalecido?

Tenía una concepción de la vida que se truncó con la muerte de Guillem. Nos hemos tenido que hacer más fuertes.

¿Se sintió desamparado?

Y tanto, además, las instituciones son cómplices de estas agresiones porqué miran a otro lado.

¿Son víctimas de segunda?

Debemos tener el mismo respeto y reconocimiento que tienen las víctimas del terrorismo. También somos víctimas políticas.