El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no fía su suerte únicamente a la gestión, con sus luces, sus sombras y los castillos de piedra o de naipes en torno a la política de grandes eventos y proyectos. También invierte en maquillaje. Y mucho. Una legión mediática de más de 150 periodistas, becarios y personal adscrito a los gabinetes de prensa trabaja diariamente para atender a los medios de comunicación, mostrar la cara amable del Gobierno valenciano y sus múltiples organismos y empresas, exaltar los logros del Ejecutivo o mitigar los daños si vienen mal dadas, y también para ejercer de coraza de los responsables políticos parapetados tras este primer muro de contención. Camps no ofrece ruedas de prensa, sobre todo desde que estalló el caso Gürtel en febrero de 2009 (son contadas las ocasiones en que se ha expuesto a los periodistas), y si rompe la norma, no suele abrirse el turno de preguntas, pero el jefe del Consell y el Gobierno en general sí se han rodeado de una muralla de profesionales de la información bregados de hace años en la batalla político-periodística. Conocen su oficio y lo ejecutan con solvencia.

No en balde, "La Masia" mediática del PP se ha levantado sobre los gabinetes de prensa conformados tras la victoria de 1995. Muchos de los que hoy ostentan las jefaturas de prensa empezaron como becarios y han ido escalando peldaños en el organigrama del Consell. El mejor ejemplo es el de las dos personas que se sitúan en la cúspide de la pirámide comunicativa: La secretaria autonómica de Comunicación y jefa de prensa del presidente, Nuria Romeral, y la directora general de Relaciones Informativas, Cristina Albamonte, ambas con rango de alto cargo. Las dos dieron sus primeros pasos en la Diputación de Valencia; la primera, desde la pura base, y la segunda, como becaria de prensa. Romeral dio luego el salto a Obras Públicas con el desaparecido García Antón, hasta que la fichó Camps. La secretaría de Comunicación está adscrita directamente al presidente y trabaja en coordinación con la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León. El "núcleo" del presidente se completa con otros cuatro periodistas y un fotógrafo que lo sigue a todas partes. Todos conforman un gabinete propio del jefe del Consell, ubicado en el Palau de la Generalitat.

A otro lado de la calle Caballeros, en el Palacio de Fuentehermosa, se encuentran los servicios de prensa de Presidencia, donde se coordina -bajo la batuta de Albamonte- la actuación comunicativa de todo el Consell. En el pasado todos estaban en Fuentehermosa pero, desde mediados de la anterior legislatura, Camps creó su gabinete paralelo en el Palau. Ahí el hilo es directo con Camps. El Palau maneja las informaciones más delicadas para el presidente, como las que afectan a su futuro judicial, decide la estrategia global, realiza funciones, por así decirlo, de "contraespionaje" mediático (¿qué se cuece en las redacciones?) o despliega las operaciones de "castigo" informativo a la oposición, de las que el presidente saca oxígeno.

En Fuentehermosa hay al menos otros seis periodistas y otros siete puestos para atender servicios como los de radio, imágenes, fotografía o Internet, de los que maman multitud de medios autonómicos y locales. En la plantilla que figura en Presupuestos hay otras cinco plazas de carácter administrativo. En total, entre Palau y Fuentehermosa, 25 personas adscritas. A éstos se suman los 35 becarios que, entre otras funciones, se dedican a "peinar" todo lo que se emite por las emisoras y canales de televisión, seguir la prensa y lo que sale por agencias o se lanza a la red en los digitales. Casi nada escapa a la vigilancia las 24 horas del día.

Estructuras heredades

Cuando una conselleria quiere difundir una nota, debe enviarla primero a Presidencia y allí se distribuye, un paso que antaño no había que cumplir. O sea, coordinación para unos, filtro para otros. El buque insignia es el programa presupuestario de Relaciones Informativas, dotado con 2.117.550 euros, de los que 1.146.570 son nóminas; 550.980, gastos de funcionamiento; y 420.000, el pago a los becarios. En material de oficina se consumen 168.540 euros y en concepto de trabajos realizados por otras empresas y profesionales se reflejan otros 163.370 euros. A esta estructura se añaden los gabinetes de las 13 conselleries, a una media de un jefe de prensa y entre dos o tres periodistas y personal adscrito, si bien cabe apuntar, al igual que en el caso de Fuentehermosa, que una parte de estos puestos son funcionarios de plantilla, heredados de anteriores administraciones. Algún departamento, como Medio Ambiente y Bienestar Social, cuenta con dos personas, incluido el asesor de prensa; otros, con más peso o áreas, disponen de cinco, como Sanidad o Infraestructuras. En total, unas 48 personas adscritas, con un coste sólo de personal de más de en torno a 1,4 millones.

Pero además están los equipos de las empresas y organismos. Casi todos los institutos culturales cuentan un periodista. En Teatres, sin embargo, hay una plaza pero el servicio está externalizado. El IVAM dispone de gabinete propio, con cuatro personas, mientras Ciudad de las Artes tiene dos y otras tres están en el Palau de les Arts. Es lo que ocurre en empresas fuertes, como FGV (tres periodistas y una persona de apoyo) o RTVV (el responsable, dos periodistas, un administrativo y una lingüista). En total, no menos de 32 personas y un coste de en torno al millón. Al margen, centros gestores como los siete hospitales más importantes cuentan con responsable de prensa y otros tiran de contrato de obra o de becarios. La mayoría, como sus jefes, siempre está disponible en su función pública. Y prestos a brindar nuevas glorias para la Administración.

La batalla en Facebook,

Twitter y Flickr

El Consell no descuida ningún frente. Y, claro, las nuevas tecnologías son el campo de batalla del futuro. Por eso Presidencia ha apostado por las nuevas tecnologías. El Gran Hermano Generalitat también está en las redes sociales como Facebook, Twitter, Flickr y Youtube. Desde ésta última pueden descargarse imágenes de actos del Ejecutivo, mientras las dos primeras incluyen información sobre ayudas o permiten la relación directa con los ciudadanos. Los servidores ftp han enterrado los tradicionales envíos a los medios de comunicación mediante taxi de DVD con vídeos sobre los actos oficiales. También han puesto en marcha "blog". Otra cosa es que uno se crea que le contesta el alto cargo.

Blasco y Costa, los de peor "prensa" interna

Rafael Blasco y Ricardo Costa, dos políticos tan curtidos como exigentes con el equipo del que se rodean, suelen ser citados como los destinos de gabinete menos envidiados. "Para Blasco, el fin es la imagen", dicen del conseller de Solidaridad y portavoz en las Corts. La leyenda negra es que no se contenta con que se emitan notas (al menos una al día), sino que reclama verse en los papeles. Como Mouriño, no se muerde la lengua con su equipo. Con el renacido Costa, ex secretario general y ex portavoz en las Corts, la exigencia era "disponibilidad 24 horas". Costa no mira el reloj cuando trabaja y pide a su equipo la misma intensidad. Más de uno perdió la paciencia.