La opacidad en la gestión, las irregularidades en las adjudicaciones de contratos y la negativa del Consell a facilitar expedientes administrativos sobre concesiones públicas no son un trípode que sustenta una leyenda urbana que nutre algunos de los más sonados casos de presunta corrupción -empezando por los contratos a la trama Gürtel- y que llenan páginas de periódico, de los informes de Sindicatura de Comptes y hojas se de sumarios judiciales. Son los trazos gruesos que pintan un paisaje de nubarrones, de falta de luz y transparencia en el gobierno que preside Francisco Camps.

Al menos eso retrata el último Indice de Transparencia autonómico (Incau), elaborado por la ONG Transparencia Internacional España, en el que Valencia ocupa el penúltimo lugar, compartido con Baleares, y sólo por delante de Cantabria, el farolillo rojo en el listado de notas sobre transparencia asignadas a partir de baremar cinco áreas de valoración, conformadas por hasta 80 indicadores distintos.

La falta de información sobre la situación económico-financiera de la Generalitat -antepenúltimo puesto-, la opacidad en las contrataciones de servicios y suministros -penúltimo- y las políticas de ordenación del territorio, urbanismo y obras públicas -última posición- son las tres asignaturas en las que el Gobierno de Camps suspende y que tiran hacia abajo la nota media global. El tercer informe elaborado por Transparency International, a partir de los cuestionarios rellenados por las propios gobiernos evaluados y por personal cualificado, expertos en las distintas áreas, otorga entre 0 y 100 puntos en cada uno de los indicadores.

En la cuestión económico-financiera, el Consell se lleva la peor nota, con 29,4 puntos, mientras que en las adjudicaciones de contratos obtiene 37,5. La gestión del urbanismo merece un 38,5, la peor nota otorgada en este apartado. Donde la Comunitat Valenciana elude el descenso es en el grado de transparencia en cuanto a "información de la comunidad autónoma" (69,6) o en las "relaciones con los ciudadanos y la sociedad", medidor en el que logra un 84,2. La Generalitat es amable pero oscura.

"Luchar contra la corrupción"

Transparency International (TI), entidad fundada en 1993 y cuya sede principal está en Berlín, se declara organización "no gubernamental, no partidista, y sin fines de lucro, dedicada a combatir la corrupción a nivel nacional e internacional". "Colocar la lucha anticorrupción en la agenda global (...), mantener el tema de la corrupción como un tema prioritario en la conciencia global es uno de los elementos principales de la misión de TI", proclama.

Su presidente es Jesús Lizcano y el vicepresidente Antonio Garrigues Walker. El índice autonómico de transparencia (Incau) sitúa como ganadoras, ex aequo, a Andalucía y Galicia (con 87,5 puntos), por delante de La Rioja. Nada menos que 30 puntos le sacan a la Comunitat Valenciana, una distancia que no pasan por alto los responsables de TI, quienes, con todo, destacan como positivo que todas las comunidades aprueban. El mapa autonómico de la transparencia progresa adecuadamente, pero tiene como asignatura pendiente la escasa luz que se aporta sobre las cuentas públicas, aspecto en el que la media no alcanza el aprobado (48,8 puntos).

En el índice de transparencia en el terreno municipal, los consistorios valencianos que salen mejor parados son Elx y Gandia, con 96,3 y 95 puntos sobre 100. Estos dos ayuntamientos, gobernados por el PSPV, ocupan la posiciones novena y undécima respectivamente. Muy alejado del top ten están las populares Torrent, en un honroso puesto 42; Castelló, en el 44; Torrevieja, en el 50 y Sagunt, en el 68, posiciones todas que ya querría para sí Valencia.

Tres dieces para Gandia

El Ayuntamiento que preside Rita Barberá ocupa el lugar 100 de 110, con un suspenso (38,8 puntos), y 16 puntos por debajo de Marbella. Benidorm (la número 71 en la clasificación), Alicante (la 78), u Orihuela (91) son el resto de los gobiernos locales examinados por Transparencia Internacional España. Gandia, la ciudad gobernada por José Manuel Orengo logra la matrícula de honor (100 puntos) en transparencia económico-financiera y en la políticas de contrataciones de servicios y se queda en 88,2 en urbanismo y obras públicas. Elx, Torrent y Benidorm también consiguen un 100 en contrataciones transparentes y Castelló, un 94,7 en aportar luz a sus cuentas públicas. Todo eso dice el informe.