El desmesurado crecimiento del sector público valenciano —en contra de la tesis de Mariano Rajoy— tuvo ayer una respuesta en las enmiendas del PSPV a la ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para 2011. La portavoz de Economía, Cristina Moreno, anunció un alegación para que los presupuestos de las fundaciones públicas sean conocidos y se integren en las cuentas de la Generalitat. ¿Cuántas personas hay colocadas en las fundaciones? ¿En que invierten los fondos públicos que reciben? Son preguntas sobre las que ahora planea una enorme opacidad, pese a que se trata de entidades financiadas por el Consell.

«Estamos ante una ley que acompaña a unos presupuestos que se disparan por la vía del sector público», criticó Moreno, para añadir: «En la actualidad hay más de cuarenta fundaciones públicas convertidas en chiringuitos del PP, por lo que es necesario que la sociedad valenciana conozca a qué destina el Consell de la Generalitat el dinero de sus impuestos».

Más impuestos a las rentas altas

Los socialistas, al igual que Compromís y EU, presentaron enmienda a la totalidad y parciales. Mireia Mollà (Compromís) censuró el «uso fraudulento» que hace el Consell de la ley de acompañamiento para «hacer cambios legislativos sobre normas que nada tienen a ver con la planificación económica». Lluís Torró (EU) destacó que su grupo elimina las bonificaciones fiscales previstas por el Consell y que supondrían unos ingresos de cerca de 2.000 millones. Esos impuestos, que a su juicio repercuten en las rentas más altas, servirían para acometer actuaciones ante la crisis económica y el incremento del paro.