La polémica que ha generado el videojuego elaborado por Nuevas Generaciones para la candidata del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, puede tener efectos colaterales en la Comunitat Valenciana. El juego, que ha sido retirado temporalmente por los populares, ha desatado una tormenta política en Cataluña ya que en su diseño original presenta a la aspirante catalana como Alicia Croft -emulando al conocido personaje femenino virtual Lara Croft-quien subida en una gaviota gigante lanza bombillas en forma de misiles contra inmigrantes ilegales. El escándalo ha sido tal que el PP ha tenido que salir a la palestra para aclarar que se trata de un error de la empresa que diseñó el juego. Según aseguran, el ataque de la heroína popular contra los sin papeles iba en realidad dirigido a las mafias que trafican con ellos y así quedará reflejado, añaden, en la nueva versión del videojuego.

Sin embargo, puede que este no sea el único aspecto controvertido de la iniciativa de las Nuevas Generaciones del PP catalán. El juego recurre a elementos identitarios de Cataluña, como la botifarra, la barretina y el burro catalán y sitúa al mismo nivel la paella valenciana. Son iconos que a medida que Alicia Croft a lomos de la gaviota pasa sobre ellos se volatilizan a modo de los bonus de los videojuegos. La paella, de hecho, aparece en plano de igualdad con la botifarra. También aparece el símbolo del toro y de la montera en lo que parece un guiño del PP a la fiesta nacional. Cabe recordar que los populares catalanes fueron los únicos que se opusieron a la iniciativa del parlamento catalán de vetar las corridas de toros, ya que entienden que es también una tradición en la comunidad vecina.

El PP valenciano y el Consell se han mostrado en los últimos tiempos como garantes de las esencias valencianas y han sido especialmente críticos con lo que ellos consideraban una apropiación por parte del Gobierno catalán de las señas de identidad valencianas. Hace menos de 24 horas que el Consell y el PPCV salieron en tromba para criticar al presidente catalán, José Montilla, por unas declaraciones en las que indicaba que catalan y valenciano son la misma lengua. Tanto la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, como el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, arremetieron contra el líder del PSC al considerar sus palabras un atentado contra las señas de identidad y el Estatuto valenciano. De León pedía una rectificación. Y no es la primera que por cuestiones similares el Consell se planta frente al tripartito. Todavía colea el malestar del Ejecutivo de Francisco Camps por una web de la Generalitat de Cataluña en la que se cita a los escritores valencianos Ausiàs March o Joanot Martorell o las fallas y la albufera como elementos de la cultura catalana.

De momento, la susceptibilidad que han mostrado los populares valencianos ante estas cuestiones no se ha despertado ante el uso del símbolo de la paella en el videojuego de Alicia Sánchez Camacho. Ayer ya el asunto era comentado en algunas tertulias. Federico Jiménez Los Santos en su programa en es Radio aseguraba que el PP catalán ha usurpado los símbolos valencianos. El PPCV guarda silencio.