El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, no dejó ayer tirado a su vicepresidente Enrique Crespo, con el que vino a solidarizarse doblemente: en tanto que subordinado suyo en la corporación provincial y en su condición de político. Preguntado por la prensa acerca de las irregularidades que la Fiscalía y la Agencia Tributaria están investigando sobre los contratos de la empresa pública Entidad Metropolitana de Aguas Residuales (Emarsa), como gestora de la depuradora de Pinedo, Alfonso Rus cerró filas con Crespo: "Si hay alguna responsabilidad -apuntó- hay que ir a la cabeza". Y "la cabeza" es "la gerencia", cuando la hay, como es el caso.

"Si hay una gerencia, los responsables son el gerente y el secretario", sostuvo en un encuentro con los periodistas. "Yo he sido presidente de casi todo y cuando hay una gerencia, los que llevan los temas son el gerente y el secretario", abundó. El presidente de la diputación liberó a los políticos y cargó las culpas a los técnicos, si bien llegó a reconocer que hay una responsabilidad política que sí recaería sobre el presidente, pero en la misma medida "en todo el consejo de administración", con lo que mancomunó culpas también en los socialistas y Esquerra Unida, presentes en el órgano de gobierno de la entidad metropolitana.

Para ilustrar por qué exoneraba a Crespo, tiró de experiencia personal para confesar: "Yo todos los días firmo aquí la pena de muerte y no leo nada. Firmó porque al lado está la firma del secretario y pienso, pues nos vamos todos a Picassent". Rus recalcó, respecto a la responsabilidad compartida por todo el consejo de administración que, en todo caso, es "normal" que se firmen las cuentas cuando "la contabilidad de las empresas públicas pasa por auditores que dan su visto bueno". En ese sentido, "habrá que ver qué ha pasado y por qué ha pasado para exigir después responsabilidades", observó respecto al escándalo de Emarsa

A la pregunta de si sería necesario replantear la constitución de los consejos de administración en los que los políticos cobran dietas y no conocen a menudo la gestión de la empresa, Rus admitió que sería una cuestión digna de ser tomada en consideración. Pero ese sería otro debate.