Los pediatras no están de acuerdo con la moda antivacunas que se ha impuesto entre un colectivo cada vez más numeroso de padres y que en Granada ha provocado ya un brote de sarampión que afecta a 36 menores y la intervención de un magistrado. Así lo manifestó en Valencia la Presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, Begoña Domínguez, que declaró que la vacunación es la intervención sanitaria que ha resuelto mayores problemas de salud de la población junto con la cloración de las aguas y la eliminación de residuos sanitarios.

En cuanto a la presión que sufren los médicos por parte de las multinacionales farmacéuticas para que prescriban nuevas vacunas a los niños, la pediatra declaró: "Somos absolutamente conscientes de que como profesionales de la sanidad estamos influenciados, otra cosa es que lo consigan, las vacunas hay que ponerlas en su justa medida y nosotros tenemos el deber de informar de los beneficios y los riesgos".

Begoña Domínguez que presentó la VI reunión anual de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria que se celebra en Valencia afirmó que tan perjudicial es la presión de la industria farmacéutica como la moda antivacunas de algunos padres.

"Es más riesgo -agregó-llegar hasta aquí en coche (la rueda de prensa se celebró en el centro histórico de la ciudad) que ponerse una vacuna".

Entre los cinco peores

Los recursos pediátricos de la Comunitat Valenciana se encuentran entre los cinco peores de España con Madrid, Murcia, Baleares y Canarias. No fallan los profesionales, sino el déficit de especialistas que hay para atender a los menores de 16 años.

De hecho, un 30% de las plazas de pediatría están cubiertas por médicos que no tienen la especialidad, según dio a conocer ayer Trinidad Álvarez de Laviada, presidenta del comité organizador del congreso, que indicó que en la Comunitat Valenciana hacen falta un centenar de pediatras para que cada profesional tenga un cupo de mil niños, dato que procede de un estudio del Sindicato Médico.

Algunos de los datos epidemiológicos indican que de un 15 a un 20% de niños menores de cinco años "moja la cama por la noche", otro 10% tiene asma, una enfermedad que tiene un gran impacto entre los afectados y sus familias y un 20% tiene algún tipo de los trastornos de la salud mental.