Fidelidad casi absoluta del electorado del Partido Popular en las autonómicas de 2007 —un 92% mantiene su intención de voto—frente a la deserción de la cuarta parte de los votantes socialistas. Estas dos realidades cruzadas, más las preferencias de los nuevos votantes por el PP (un 49,5% se inclina por este partido y un 30% por el PSPV) conforman la foto actual de un panorama político de las expectativas de voto en la Comunitat Valenciana marcado por la ampliación de la mayoría absoluta del PP. Los populares repetirían casi calcado el número de votos de los pasados comicios, pero esos electores (1.280.000) cobran más valor en tanto que la participación cae 3,61 puntos. Es precisamente la desmovilización el factor que resulta más determinante para explicar la catástrofe electoral que augura la encuesta realizada por encargo de un dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de la que este diario ya dio cuenta ayer.

Se van más de los que llegan. El estudio de la transferencia de voto revela que de los 838.000 votos que apostaron por el PSPV en mayo de 2007, 208.000 han decidido desertar. Y de esa cantidad, nada menos que 109.000 apuestan hoy por la abstención. Dicho en términos porcentuales, un 13% del electorado socialista huye de repetir voto, pero nadie de los partidos que conforman la oferta política valenciana parece que le seduce lo más mínimo. De celebrarse hoy las elecciones, otros 38.000 ex electores socialistas cambiarían de chaqueta y pasarían directamente al PP. Unos 27.000 huyen al PSPV por su izquierda para ir a parar a Esquerra Unida y 21.000 deciden cambiar al partido que lidera Jorge Alarte por el Bloc de Morera. Ese es el relato de la sangría valenciana del PSOE.

De derecha a izquierda. Pero el PSPV recibe nuevos apoyos, que rebajan el saldo de pérdidas a los citados 156.000 votos. Así, 8.000 ciudadanos que hace tres años depositaron en la urna una papeleta de Compromís pel País Valencià, ahora se inclinan por el PSPV. A esa cifra se sumarían 10.000 ciudadanos que en las pasadas autonómicas votaron a Francisco Camps y hoy están decididos a alinearse electoralmente con quienes se han personado en los tribunales para denunciar la presunta corrupción del caso Gürtel, entre otros escándalos.

Con todo, el mayor afluente de papeletas que se incorporan a la formación de Alarte proviene de los nuevos votantes, esto es, de aquellos electores que en 2007 se abstuvieron y ahora quieren elegir siglas y de aquellos otros que no habían cumplido los 18 años en la anterior cita electoral. Entre los dos grupos suman 107.000 ciudadanos, de los que 32.000 (el 29,9%) se inclinan por el PSPV.

De Compromís a casa. La desmovilización no sólo afecta a la marca valenciana del PSOE, sino también a EU y Bloc, los socios mayoritarios del Compromís de 2007. En el reparto de la herencia, EU se lleva 85.000 apoyos y el Bloc, 63.000, pero más de 27.000 no piensan pasarse por el colegio electoral según el sondeo. Entre los nuevos votantes, tanto EU (7,5%) como el Bloc (6,5%) obtienen un plus de apoyo sobre el respaldo general que logran estas formaciones.

Cuando lo mismo es más. El gran beneficiado de este incremento de la abstención a costa de la izquierda y el valencianismo es el PP. Tanto que se sitúa en sus mejores expectativas de voto en los últimos dos años, según el sondeo. Pese al desgaste de los quince años de Consell del PP, a la absoluta anemia de las cuentas de la Generalitat y a todos los escándalos que salpican a algunos de sus dirigentes, empezando por el presidente Camps, sólo 94.458 ciudadanos que votaron PP hace tres años han decidido darle la espalda a este partido. 68.458 están hoy en el limbo de la abstención y los 26.000 restantes se van a otras formaciones, especialmente al PSPV, que se lleva 10.000.

Pero son unos pocos más los que llegan que los que abandonan la fe en la gaviota. Se van 94.458, pero llegan 97.000. La mayoría —53.000— son nuevos votantes y un número nada despreciable, 38.000, depositarían hoy una papeleta del PP, cuando la vez anterior escogieron la del PSPV. Entre los datos chocantes, cabe apuntar que 5.000 electores de Compromís pel País Valencià no se inclinarían hoy ni por Esquerra Unida ni por el Bloc. Votarían al Partido Popular.

Los populares arrasan más entre los mayores

El Partido Popular gana por mayoría absoluta en todas las franjas de edad, pero es entre los mayores de 65 años donde pasa a ser prácticamente partido único, si hoy se celebraran elecciones. Entre los que están en edad de jubilación, la formación de Francisco Camps obtendría el respaldo del 66,1% de los que depositan el voto en alguna de las candidaturas. Los socialistas tendrían el apoyo del 28,7% de los mayores de 65, mientras que EU y Bloc apenas alcanzan sendos 1,2%. Conforme se reduce la edad, se estrecha la distancia de los populares, si bien no deja de ser astronómica. Es en los jóvenes de entre 18 y 30 años, donde el PP logra el menos bueno de sus resultados, con el 51% de los votos, frente al 27,5% que obtiene el PSPV. Esquerra Unida tiene el apoyo del 11,4% de los ciudadanos y el Bloc cuenta con el respaldo del 5,4%, siempre según la encuesta. En la franja de 31 a 44 años, los populares sacarían hoy el 53% de los sufragios, mientras que los socialistas se quedarían con el 30,2%. EU superaría el 6,5% del voto emitido, mientras que los nacionalistas del Bloc estarían en el 4,7%. Unión Progreso y Democracia (UPyD) logra el respaldo de apenas el 1,3% de los electores, un porcentaje residual, que todavía empeora en el resto de las franjas de edad. Los valencianos de edades comprendidas entre los 45 y los 64 años, apuestan en un 55% por el PP; en un 32,3% por el PSPV y un 4,4% se inclinan por EU. Sólo el 3,1% elegiría al Bloc. f. a. valencia